Una vez que se apruebe la Ley de Seguridad los agentes de seguridad privada podrán ejercer actividades que hasta ahora sólo podían hacer los policías como vigilar las calles, cachear a sospechosos, perseguirlos y retenerlos hasta la llegada de la policía. El proyecto fue aprobado el pasado martes y aún tiene que pasar por el Senado.
Cristina Losada comenta que ‘hay muchas de las funciones que se establecen en esta ley que ya las realizan vigilantes de seguridad en aeropuertos, estaciones de tren.... La seguridad privada tiene un papel y no es sinónimo de malvado, sino de lucro, pero cuando hay un control estatal por encima de las empresas debería ser fiable.
Juan Adriansens afirma que ‘estamos en una época en que todo tiene que ser cuestionado, incluso las cosas que no deberían serlo. Que haya un vigilante jurado en la calle no me importa demasiado. La policía que tenemos ahora es muy dudosa y ha hecho cosas terribles’
A Pilar Rahola le ‘horroriza la seguridad privada en una democracia. Cualquier humano que se ponga un uniforme y pase por un proceso de preparación para ser policía y defendernos de lo peor de la sociedad es para agradecer. Hay que respetar a la policía y siempre voy a estar más segura con la policía que con la seguridad privada. La seguridad es un bien de la democracia. Con la seguridad privada’.