Reflexionamos en el Gabinete junto a María José Tarancón, Alejo Vidal - Quadras y Elisa Beni sobre el Código Penal que impulsa el Partido Popular, que incorpora la prisión permanente revisable, eleva a 16 años la edad de consentimiento sexual, pero en cambio, no combate con suficiente ímpetu la corrupción. Por ello nos preguntamos en qué mejora o empeora las reglas del juego penal en España, hasta qué punto obedece necesidades objetivas, y si contribuye a hacer nuestra sociedad más segura.
María José Tarancón apunta que "es una reforma del Código Penal del 2010. Es escasa y poco innovadora y en la que se recoge las normativas europeas. Una de las cosas que me preocupan es la responsabilidad penal de las personas jurídicas: todos los administradores de las empresas tenían responsabilidad penal si no hacían un determinado sistema, y ahora se han rebajado las penas. Los temas de corrupción se han ampliado, pero no veo bien el tema de la financiación de los partidos. El nuevo concepto en proposición para delinquir, que no será necesario que la persona condenada sea la que haya ejecutado, es decir, el inductor".
Elisa Beni, "respecto a las normas europeas, no hay discusión al respecto. Es un tema de oportunismo y populismo, ya que han tardado un año en sacarlo adelante. El Código Penal es la línea roja social. Lo que hace el PP es alterar esa línea y la ponen en un punto en el que el resto disiente".
Alejo Vidal - Quadras: La cadena perpetua, existe en la gran mayoría de países. Los que no tienen la cadena perpetua era un par de países. La innovación de esta ley, no quepa duda de que la mayoría de ciudadanos están de acuerdo, porque la gente siempre quiere sentirse segura. En el sentimiento popular, de las tres funciones que tiene el castigo penal, reinsertar al delincuente, la gente quiere poner el acento en el castigo.
