Recordemos que el tribunal valenciano probó que el Conseller de Solidaritat -ese era su negociado- desvió el 97% de un proyecto de cooperación, destinado a poner agua potable y canalizaciones en varios pueblos de Nicaragua. Del millón seiscientos mil euros que los valencianos pusieron para ese fin, solo llegaron a destino menos de 50 mil euros. El resto, más de millón y medio, acabó en manos de un empresario amigo, que compró tres inmuebles y un garaje en Valencia.
Junto a Blasco hay otros 7 condenados, algunos altos cargos del gobierno valenciano.
El “solidario” Rafael Blasco, ya en sentencia firme pues, prevaricó, malversó fondos públicos y falseó documentos. Al menos en su caso, se acabó la impunidad con la que hasta la fecha se había librado de otros episodios oscuros de su pasado.