El microbioma humano y su disbiosis o desequilibrio, centran la investigación mundial para disminuir la incidencia o reducir el impacto de las enfermedades no comunicables, como el cáncer, las cardiovasculares o las metabólicas.
El microbioma oral está sujeto a agresiones múltiples, alcohol, tabaco dietas, antisépticos y genera disbiosis en otros microbiomas como el intestinal.
Me comentan las doctoras Débora y Beatriz Vilaboa, médicos estomatólogas de la Clínica Vilaboa en Madrid, que hasta hace poco la prioridad de los dentistas era terminar con la caries y la placa, pero ahora se sabe que lo realmente importante es conseguir un equilibrio en el microbioma oral, o lo que es lo mismo, en el conjunto de microorganismos que habitan en nuestra boca.
Y, por ello, surge un nuevo concepto que busca “reconciliar la higiene oral y el microbioma oral para que no se agreda”, asegura la Dra. Débora Vilaboa. Algo que se consigue con fórmulas dentífricas que contienen probióticos, anitinflamatorios y antioxidantes naturales y que ayudan a evitar la disbiosis relacionada con enfermedades cardiovasculares, neurológicas como el párkinson, la diabetes o el cáncer.
De hecho, la revista Nature, acaba de publicar que el uso diario de un dentífrico con una composición natural, denominada “Saliactive”, es capaz de corregir el desequilibrio del microbioma oral, mantener las condiciones necesarias para la salud y reducir el sangrado y la inflamación a través de mecanismos no antibacterianos, al reforzar el ecosistema oral propio.
El desarrollo de la tecnología estudiada en el ensayo clínico randomizado, máximo nivel científico en investigación y publicado en Nature, es español y sitúa la investigación clínica española en microbioma oral al máximo nivel internacional.
Y, es que, sin microbioma oral, o si está alterado, no estamos sanos. Es lo que hay. Seguro.
