El cumplimiento terapéutico es importante a la hora de abordar cualquier enfermedad, como por ejemplo el asma, una patología que afecta, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) a un 5% de los adultos y al 10% de los niños y adolescentes.
En España más de la mitad de los pacientes asmáticos no tiene bien controlada su enfermedad. Tal y como señala el Dr. Luis María Entrenas, neumólogo del Hospital Quirónsalud Córdoba, se trata de una patología crónica que requiere un tratamiento crónico. Pero en ocasiones los pacientes se confían y abandonan el uso de los medicamentos debido a la eficacia y potencia antiinflamatoria de los mismos. “El paciente no percibe la necesidad, pero pasados días o semanas, el proceso inflamatorio que estaba controlado, se reactiva y surgen de nuevo los síntomas, por lo que es preciso el uso de la medicación de rescate con frecuencia”, afirma el experto en neumología.
Por ello desde SEPAR recuerdan que es importante seguir los controles que le indique el neumólogo para controlarla. Además es fundamental realizar un buen diagnóstico que permita ofrecer al paciente el tratamiento más adecuado.
Para el doctor Entrenas, existen distintos niveles de afectación de la enfermedad y distintas formas de asma. “Dependiendo de la edad de comienzo, la asociación con otros procesos, el tipo de proceso inflamatorio subyacente y comorbilidades, entre otros aspectos”, afirma el especialista. Normalmente los pacientes disponen de un tratamiento para las crisis puntuales, lo que se denomina tratamiento "de rescate" y un tratamiento de mantenimiento, que es el que, según Entrenas, se debe utilizar de forma regular todos los días para controlar la enfermedad aunque el paciente se encuentre totalmente asintomático.
En los últimos tiempos existe consenso en la comunidad científica sobre la influencia de la contaminación ambiental en esta enfermedad gracias a la información publicada por la SEPAR. Como señala la doctora López de Ocáriz, experta médica de Cinfa “el asma no se cura, por lo que el control ambiental es fundamental para mantener la enfermedad a raya y poder llevar un día a día lo más normal posible: los asmáticos han de identificar qué sustancias o alérgenos empeoran su asma y tratar de evitarlos”. Además la especialista resalta que también es necesario usar correctamente el inhalador y, con la ayuda del médico, aprender a reaccionar frente a una crisis. Algunos desencadenantes de la enfermedad son el tabaco, los alérgenos (polen, ácaros, algunos mohos, el pelo o la caspa de los animales), las infecciones respiratorias como el resfriado o la gripe, y el reflujo gastroesofágico.
Una de las iniciativas que ha tenido lugar con motivo del Día Mundial del Asma, es la impulsada por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Bajo el lema “STOP al asma” quieren subrayar las claves de cómo se puede controlar esta enfermedad respiratoria alérgica: Síntomas, que hay que evaluar; Testar la respuesta a la medicación; Observar y asesorar al paciente; y Proceder a ajustar el tratamiento si fuera necesario. Seguro.