¿Cuántas veces nos ha pasado que buscamos alguna enfermedad en internet o por ejemplo, nos han diagnosticado un determinado tratamiento y buscamos en Google las consecuencias?
Esto es precisamente lo que han analizado en el Hospital de La Princesa a través de un estudio que se centra en el autodiagnóstico a partir de las búsquedas que hacemos por internet. Los expertos coinciden en que Whatsapp es el principal medio por el que se difunden estos bulos médicos y a los que damos credibilidad muchas veces, porque en la mayoría de los casos nos llegan a través de un familiar o un amigo. Whatsapp es el principal de difusión, pero muy de cerca le siguen redes sociales como Twitter o Facebook.
Son, por ejemplo, los mensajes que nos llegan que nos recomiendan abandonar un determinado tratamiento prescrito por un médico y optar en cambio por un súper alimento que nos dicen que puede curar una determinada patología, algo que es mentira.
En estos casos, los médicos recomiendan que antes de compartir esta información hay que contrastar si la información que nos llega está avalada por instituciones oficiales. En caso de no tener claro si esa información es veraz, lo mejor es romper la cadena de difusión y no reenviar el mensaje.