El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, compareció este miércoles en el Congreso de los Diputados por segunda vez para dar explicaciones sobre lo sucedido en el salto a ala valla de Melilla el pasado 24 de junio, donde supuestamente murió un migrante en suelo español.
Marlaska sostuvo que no ha mentido sobre el asalto del pasado 24 de junio a la valla de Melilla, pero todos los partidos, a excepción el PSOE y Unidas Podemos, pidieron o que dimita o que se cree una comisión para investigar este incidente en la frontera.
Esta nueva comparecencia de Marlaska se produjo después de que la BBC y el consorcio de medios Lighthouse Reports difundieran investigaciones que cuestionan la versión del ministro. Estos trabajos sostienen que pudo haber muertes en la zona española de la frontera y que agentes de la Guardia Civil no prestaron asistencia suficiente a inmigrantes heridos.
Marlaska defiende que no hubo muertes en suelo español
Por el contrario, el ministro volvió a defender que no hubo muertes en suelo español y que la Guardia Civil llevó a cabo una actuación "proporcionada" y que atendió a los inmigrantes heridos en la parte española de la frontera. Sin embargo, PP y ERC pidieron abiertamente su dimisión, mientras que EH Bildu y PNV insistieron en demandar una comisión de investigación y Unidas Podemos reclamó potenciar los trámites de asilo.
Cronología del salto a la valla según el ministro Marlaska
El ministro explicó que el pasado 24 de junio sobre las 05:00 de la mañana, las fuerzas de seguridad marroquíes comunicaron a varias patrullas de la Guardia Civil que se encontraban en el perímetro fronterizo, que un grupo muy numeroso procedente del monte Gurugú, se dirigía a la zona del vallado.
Esta información se constató por el sistema de alertas temprana de la Guardia Civil, que confirmó el despliegue de un numeroso grupo de vehículos policiales marroquíes en las inmediaciones del perímetro. El centro operativo de la comandancia de Melilla detectó la presencia de unas 1.700 personas.
El ministro relató que ese grupo de personas actuaron de manera organizada y portando objetos como palos, mazas o piedras y se dirigió hacia el vallado.
Tras acercarse al vallado, y superar el primer intento de retención de las fuerzas de seguridad marroquíes, el grupo avanzó hacia el recinto de seguridad del control fronterizo del barrio chino, en donde mediante el empleo de violencia, el grupo accedió al interior de la aduana marroquí utilizando mazas y hachas.
Los efectivos de la Guardia Civil que estaban desplegados sobre el terreno, fueron cubriendo los movimientos de los asaltantes desde territorio nacional, rectificando sus posiciones a medida que el grupo también iba cambiando de rumbo en la zona marroquí.
Con la finalidad de intentar entrar en territorio español, el grupo comenzó a ejercer la violencia contra las puertas de seguridad y otros elementos que separan los diferentes espacios de la zona de tránsito.
De forma simultánea, unas 100 personas escalaron el muro exterior del recinto fronterizo sobre el que está la valla marroquí, que finalmente se desplomó.
El ministro aseguró en el Congreso de los Diputados que a las 08:20 de la mañana del 24 de junio, los asaltantes consiguieron introducirse en el recinto fronterizo y se dividieron en dos grupos.
El primer grupo, según el ministro, tenía como misión contener a las Fuerzas de Seguridad de Marruecos empleando piedras, palos y otros objetos. Para ello, algunos de sus integrantes, escalaron al tejado de la infraestructura fronteriza con la finalidad de hostigar a las fuerzas españolas y las marroquíes desde una posición elevada.
El segundo grupo tenía el cometido de forzar las puertas de seguridad mediante el empleo de hachas, mazas e incluso radiales.
Finalmente, los asaltantes lograron el objetivo y forzaron las puertas de la zona de tránsito. En ese momento, se formó un embudo cuando cientos de personas trataron de superar la puerta al mismo tiempo.
Del grueso del grupo, 134 personas consiguieron acceder al territorio nacional y se dispersaron por la ciudad de Melilla.
Una valla de 12 km de largo y seis de alto
La valla de Melilla actual comenzó a construirse en 1998 y desde 2020 las concertinas fueron reemplazadas por una estructura de barrotes. La valla mide 12 kilómetros de largo y seis de alto.
En los doce metros de valla existen puestos alternados de vigilancia y caminos entre las vallas para el paso de vehículos de vigilancia. La estructura de la valla está equipada con luces de alta intensidad y videocámaras de vigilancia, así como equipos de visión nocturna.
