Los límites de velocidad protagonizan el debate en el ámbito automovilístico de los países integrantes de la Unión Europea (UE). La polémica sobre su modificación ha saltado ya con fuerza en naciones como la República Checa e Italia, donde se está evaluando la opción de autorizar a los conductores a transitar a una velocidad de 150 km/h en ciertas autopistas y autovías.
Por su parte, los ciudadanos alemanes disponen de una peculiaridad inusitada en toda Europa: carreteras sin límites de velocidad. Bajo ciertas condiciones climáticas y en tramos específicos, los conductores alemanes tienen la libertad de elegir la velocidad a la que desean circular.
Ubicados entre Italia y la República Checa, que actualmente tienen límites de 130 km/h, Polonia y Bulgaria establecen límites genéricos de 140 km/h en sus vías de alta velocidad. A menos que las reformas en los dos primeros países mencionados prosperen, estos representan los límites máximos de velocidad más elevados de Europa, siguiendo a Alemania.
Luego está el caso de España, donde los límites de velocidad están entre los más bajos y restrictivos de toda Europa. La Reforma de la Ley de Tráfico de 2014 fijó los límites de velocidad que tenemos en la actualidad y, desde 2018, las vías convencionales se regulan con el máximo que conocemos: 90 km/h en lugar de los 100 km/h que regían hasta entonces.
Además, con el nuevo código de circulación de 2022, la Dirección General de Tráfico (DGT) eliminó la posibilidad de sobrepasar el límite de velocidad en 20 kilómetros/hora durante las maniobras de adelantamiento, una de las medidas más criticadas por el riesgo que añade a la maniobra al permanecer más tiempo en el carril contrario.
Ahora bien, ¿aumentan estas medidas la seguridad de los españoles en las carreteras? En comparación con otros países de Europa, ¿se conduce en España demasiado lento?
Miguel Benito, ingeniero del automóvil, especializado en vehículos de competición y restaurador de vehículos clásicos, sostiene que la posibilidad de cambiar los límites de velocidad en las carreteras españolas se debería analizar "con bastante detalle", ya que, mientras hay tramos de autovías y autopistas lo suficientemente seguros como para poder llevarlo a cabo, otros muchos entrañarían más riesgo a la hora de circular por ellos.
"Considero que algunos tramos de autovías y autopistas están mejor concebidos que otros para poder incrementar sus límites de velocidad", cuenta el experto. "Aquellas carreteras rectas con amplias curvas que discurran así durante muchos kilómetros podrían favorecerse de ello sin ningún problema. Sin embargo, los tramos más serpenteantes y las vías secundarias no debieran ver alterados sus límites, ya que supondría un aumento del riesgo y de los casos de accidentes de tráfico", añade el experto.
Cambios en los límites de velocidad de las carreteras españolas: ¿sería posible?
De acuerdo con Benito, las principales autovías nacionales cuentan con medidas de seguridad y calidad de asfaltado lo suficientemente buenas como para poder valorar un incremento de la velocidad máxima permitida en las carreteras españolas. Por ejemplo, continúa el ingeniero de automóviles, en Francia el límite de velocidad es de 130 km/h, pero el estado de conservación de los firmes es "francamente excelente".
Además, incide, si el límite superior de velocidad sube en España, el inferior también debe hacerlo para evitar situaciones de grandes diferencias de velocidad. ¿Qué ocurriría en el caso del transporte de mercancías? Sería una excepción, ya que, “probablemente, su límite no se viese modificado”. Esto se debe a que España cuenta con el mismo límite que en el resto de Europa para estos vehículos, lo que garantiza la estabilidad y seguridad de los camiones, y, por tanto, para el resto de los conductores.
Por qué en Alemania conducen más rápido
Miguel Benito también compara el caso de España con el alemán, y explica que, el hecho de que este país vecino cuente con miles de kilómetros de autovías sin límites de velocidad, se debe a que estas vías disponen, como mínimo, de cuatro carriles para cada sentido. Esto permite que los conductores puedan adecuar la velocidad a sus necesidades sin ponerse en riesgo, debido a las grandes diferencias de velocidad que se pueden dar.
Eso sí, añade el ingeniero de automóviles, en España esto no sería posible "en casi ninguna autovía", ya que con solo dos carriles para cada sentido, la diferencia de velocidad entre turismos y vehículos pesados "sería demasiado alta", y el cambio del carril derecho al izquierdo podría producir grandes alcances. Por lo tanto, de acuerdo con el experto, otra de las condiciones principales que se deben dar en España para aumentar el límite de velocidad es tener, al menos, cuatro carriles para cada sentido.
