Universidad Rey Juan Carlos

Una investigación revela el uso de códigos ocultos en redes que fomentan las autolesiones en adolescentes

Palabras clave como barcode, trasto, trastoamigo, ouch o beans e iconografías como cuchillas con gatitos, son el señuelo que retroalimenta estas conductas adictivas.

Belén Gómez del Pino

Madrid | 01.03.2024 12:52

Las autolesiones responden a una mala gestión emocional
Las autolesiones responden a una mala gestión emocional | Liza Summer//Pexels

La investigación comenzó cuando hace dos veranos llegó a casa de Esther Martínez, autora principal del estudio y catedrática de Publicidad de la Universidad Rey Juan Carlos, una conocida acompañada de una amiga. La manga corta permitió que se asomaran lo que parecían multitud de cortes, recientes y ya cicatrizados. Al preguntar, la naturalidad de la respuesta la dejó helada: "pues que se autolesiona". Esther sondeó entonces en el instituto; el desconocimiento entre los adultos era absoluto. En cambio entre los alumnos sí se hablaba del tema, "se envían por wasap dónde se cortan, cómo lo hacen, con qué, cómo esconden las heridas para que no se vean", le contaron a Esther.

Ahí comenzó una preocupación que desembocó en un trabajo del grupo de investigación COMKIDS, de la Universidad Rey Juan Carlos, y que aún continúa, pero que deja ya las primeras conclusiones. En la red social X se utilizan códigos, palabras clave e iconografías que configuran un lenguaje propio que permite a los adolescentes crear grupos donde se alientan y retroalimentan estas conductas hasta convertirlas en adictivas.

¿Cuál es ese metalenguaje que usan?

Según la investigación de la URJC, algunas de la expresiones en clave, que tratan de evitar los bloqueos de las redes ante las conductas autodestructivas son:

  • Código de barras: imagen que representa la palabra barcode como metáfora de los cortes provocados por las autolesiones
  • Beans: imagen de las alubias (beans en inglés) que describe el aspecto de la hipodermis, la capa menos superficial de la piel, después de recibir una herida profunda.
  • Cuchillas de gatitos: cúteres y cuchillas camuflados con una estética infantil que dota de un halo romántico las autolesiones.
  • Ouch: en inglés, Ouch, Ouchie y Ouchietwt (ouchie y twiter) como expresión coloquial para expresar dolor.
  • Trasto o trastoamigo: usadas por la comunidad de autolesiones en español. Es una abreviación de trastorno o trastornado que se utiliza sola o en conjunción con la palabra amigo

Los datos recolectados (de momento en X) por el grupo de investigación revelan una comunidad activa de usuarios donde comparten contenidos (y fotografías) sobre su experiencia con las autolesiones, donde buscan y encuentran apoyo emocional e incluso consejos de cómo cortarse, dónde hacerlo para ocultarlo a la familia o con qué hacerlo. "Se retroalimentan, buscan likes con sus publicaciones, normalizan las autolesiones y le dan un toque romántico a estas conductas", explica Esther Martínez.

Las conductas autolesivas afectan a uno de cada tres adolescentes

Según algunas investigaciones, las autolesiones alcanzan ya entre el 20% y el 30% de los adolescentes españoles. Aunque muchas veces se asocian a las conductas suicidas, no siempre es así. Según los psicólogos y psiquiatras, son una manera frustrada de gestionar las emociones, la soledad o la inquietud. En los grupos detectados en redes sociales, a menudo se mezclan estas acciones con apoyos a otros trastornos como la anorexia y con el mismo patrón: la búsqueda de iguales donde encontrar apoyo.

Explica Esther Martínez, que el objetivo de la investigación de su grupo de trabajo es "que el mundo adulto entienda los códigos, detecte las conductas y podamos así prevenirlas". De hecho también se han encontrado códigos de salida. "El más evidente es el tatuaje de una mariposa en el brazo, tanto para ocultar las cicatrices como para contener las ganas de volver a cortarse porque hacerlo, rompería la mariposa, cortaría sus alas", asegura la catedrática.

El equipo continúa ahora trabajando en la búsqueda de códigos en otras redes sociales como Tik Tok "donde son más sutiles, por lo que estamos viendo", asegura. Y se completa con el lanzamiento de una campaña de concienciación para dar a conocer tanto este problema como los códigos de las comunidades activas en redes sociales.

Para su investigación, COMKIDS desarrolló una aplicación de rastreo para detectar los hastags más utilizados en relación con las autolesiones, obteniendo una muestra de 187.906 tweets provenientes de 66.732 usuarios distintos, con un total de 1.798.711 likes y 196.112 retweets.