El grupo de viajeros, cuya conducta no se detalló, fue obligado a abandonar el aparato por la policía después de que el vuelo tuviera que parar inesperadamente en Toulouse en la noche del sábado.
Si bien el avión prosiguió su ruta hacia Palma de Mallorca tras desalojar a los viajeros antisociales, el incidente provocó que el vuelo que debía salir de regreso a Escocia desde la isla española no pudiera hacerlo a tiempo.
En un comunicado divulgado por EasyJet, un portavoz de la compañía indicó que "la seguridad y el bienestar de los pasajeros y la tripulación" es siempre la "prioridad" de la compañía británica.
"Como resultado del desvío, la tripulación no pudo operar el vuelo de vuelta a Glasgow pues habrían excedido sus horas operativas legales", explicó la aerolínea.
Tras disculparse por las molestias ocasionadas, la aerolínea recalcó que no tolera "comportamientos abusivo o amenazadores" y que en situaciones de ese tipo "siempre optará por llevarlo ante la justicia".
