En el complejo juego de estrategias comerciales de Mercadona, Lidl y otros grandes supermercados, la ubicación de los productos no es una cuestión de azar. Una de las tácticas más intrigantes es la colocación estratégica de la fruta justo al ingresar al establecimiento. ¿Cuál es el motivo detrás de esta decisión aparentemente contra intuitiva?
Más allá de ser simplemente una disposición visual, esta estrategia tiene implicaciones psicológicas y logísticas que influyen directamente en la experiencia del cliente y en las ventas generales del supermercado.
Estrategia: la fruta, nada más entrar al supermercado
Desde un punto de vista psicológico, el primer producto que ves al entrar en un establecimiento tiene un impacto significativo en tu percepción inicial y en tus decisiones de compra posteriores. Según ha revelado la agencia Niwson Neuromarketing en su cuenta oficial de TikTok, colocar la fruta al inicio del recorrido del cliente aprovecha la teoría de la "primera impresión".
Estos productos transmiten una sensación de frescura, algo que se percibe como agradable para el cliente. La vista y el aroma fresco de las frutas crean una atmósfera positiva y saludable, predisponiendo al consumidor a percibir toda la tienda como un lugar fresco y de calidad.
Además del efecto psicológico, la colocación estratégica de la fruta al inicio del supermercado también fomenta una compra más consciente. Según estudios de Consumer Psychology Research, los consumidores tienden a ser más conscientes y deliberados con sus decisiones de compra cuando son expuestos a opciones saludables desde el principio. Esto puede llevar a una compra más equilibrada y nutritiva a lo largo de su recorrido por la tienda.
Optimización del flujo de clientes y logística
De acuerdo con la obra 'Comportamientos del consumidor', de Schiffman Kanuk, en muchos supermercados, incluir la fruta al principio del recorrido tiene el propósito estratégico de atraer a los clientes hacia áreas más profundas de la tienda. Una vez que los clientes están dentro y empiezan a recorrer los pasillos, tienen más oportunidades de ver y explorar una variedad más amplia de productos.
Este diseño no solo facilita la navegación del cliente, haciéndola más intuitiva, sino que también aumenta la exposición a otros artículos que pueden estar ubicados en secciones más alejadas. Esto puede influir positivamente en las ventas generales del supermercado, ya que los clientes tienen más probabilidades de descubrir y comprar productos que no estaban inicialmente en su lista de compras.
Desde una perspectiva logística, la colocación de la fruta al inicio del supermercado responde también a consideraciones prácticas. Mantener los productos frescos y de alta calidad en un lugar visible y accesible asegura que los clientes asocien el supermercado con frescura y variedad desde el primer momento. Esto mejora la percepción de la marca, por ejemplo, Mercadona o Lidl, como proveedor confiable de productos frescos.