"Este incidente se sale de los marcos de la lucha contra el terrorismo, es un golpe a traición asestado por los cómplices del terrorismo. No lo puedo llamar de otra forma", dijo Putin al reunirse con el rey Abdalá II de Jordania en Sochi (mar Negro).
Putin, quien no perdió la ocasión de recordar que Turquía es un país miembro de la OTAN, advirtió de que "este trágico acontecimiento tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas".
"Siempre tratamos a Turquía no sólo como un vecino cercano sino como un país amistoso. No sé quien tenía interés en lo que pasó hoy. Nosotros no. En cualquier caso, nuestros pilotos y nuestro avión nunca amenazaron el territorio de Turquía", subrayó.
Lo que es seguro, según analistas, es que este suceso afectará tanto los planes de crear una amplia coalición internacional antiterrorista presentados tras los recientes atentados de París por Rusia -que elude entrar en alianza militar de 65 países creada para ese fin por EEUU-, como al arreglo político del conflicto en Siria.
Turquía siempre se ha mostrado contraria a la intervención militar rusa en el país vecino, donde siempre abogó por el derrocamiento del líder sirio, Bachar al Asad, respaldado por Moscú y por Irán, y ha apoyado abiertamente a las milicias rebeldes.
Precisamente, el presidente francés, Francois Hollande, que viajó hoy a EEUU, tiene previsto reunirse con Putin el jueves en el Kremlin para coordinar las acciones militares contra el EI en Siria.
"Entiendo que cada país tenga sus propios intereses regionales, y siempre los trataremos con respeto. Pero nunca permitiremos que se cometan crímenes como el cometido hoy", advirtió Putin, quien debía reunirse en diciembre en Rusia con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Damasco no dudó en ponerse del lado de Moscú y tachó el incidente de "agresión flagrante a la soberanía de Siria" por parte de Turquía.
Para más inri, uno de los pilotos rusos que se catapultaron antes de que se estrellara el avión murió y el otro ha sido capturado por los rebeldes, según informó el moderado Ejército Libre Sirio, aunque otras fuentes opositoras sostienen que ambos fueron abatidos.
Mientras Turquía insiste en que el avión de guerra ruso había violado su espacio aéreo y sus pilotos ignoraron hasta diez advertencias, Putin afirmó que el Su-24 "estaba en el aire cuando fue atacado a una altura de 6.000 metros y a una distancia de un kilómetro de la frontera con Turquía".
"Nuestro avión fue derribado en territorio sirio por un cohete aire-aire disparado por un caza turco F-16" cuando cumplía una misión en una zona montañosa al norte de la provincia de Latakia, afirmó, y precisó que "cayó a cuatro kilómetros de la frontera con Turquía".
El jefe del Kremlin criticó a Ankara porque, en vez de entablar contacto con Moscú para aclarar lo ocurrido, "la parte turca se dirigió a sus socios de la OTAN para abordar este incidente".
"Como si nosotros hubiéramos derribado un avión turco y no ellos uno nuestro", dijo Putin y se preguntó: "¿Quieren poner a la OTAN al servicio del Estado Islámico?".
Resaltó que Turquía forma parte de la coalición antiterrorista encabezada por EEUU, país con el que, recordó, Rusia ha suscrito un acuerdo "sobre la prevención de incidentes aéreos".
Para apoyar sus acusaciones de complicidad turca con el terrorismo, aseguró que "hace tiempo" que Rusia ha "constatado el hecho de que hacia Turquía transita una gran cantidad de petróleo y derivados del crudo de los territorios ocupados en Siria".
Putin dijo que el EI se comporta de manera "tan atrevida" porque cuenta con el respaldo de un país -sin citar a Turquía- y recibe "posiblemente miles de millones de dólares de beneficios" del tráfico de petróleo.
"Y ahora nos apuñalan por la espalda con ataques contra nuestros aviones que combaten el terrorismo", denunció.
Por de pronto, el Ministerio de Defensa ruso citó al agregado militar turco en Moscú, al que presentó una protesta formal por lo que tachó de "acto inamistoso" y adelantó que tomará medidas para reaccionar ante incidentes similares.
El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, suspendió su visita a Turquía y recomendó a sus conciudadanos que no viajen a ese país, uno de los principales destinos de los turistas rusos, tras destacar que "el número de incidentes terroristas en territorio turco no es menor (...) que en Egipto", donde 224 turistas murieron a finales de octubre en un atentado contra un Airbus ruso reivindicado por el EI.
Este incidente podría echar al traste con un proyecto estratégico para Rusia, el tendido de un gasoducto para suministrar carburante al sur de Europa a través del mar Negro, que Turquía ha congelado hasta acordar con Moscú un descuento en la tarifa del gas.