Rajoy ha hecho esta consideración en su intervención en el foro sobre "Libertad y Convivencia en Euskadi" organizado por el PP vasco en la localidad vizcaína de Durango y en el que ha intervenido también el presidente del partido en esta comunidad, Alfonso Alonso.
El jefe del Ejecutivo ha recordado que instituciones como el Parlamento catalán reciben a personas como Otegi que han causado "tanto daño y sufrimiento", y ha señalado que, ante ello, el PP redobla su compromiso y puede afirmar que los terroristas y sus acólitos nunca podrán ser legitimados.
Ha lamentado que la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y muchos miembros de esa institución homenajearan "a quien nunca respetó la libertad y los derechos de los demás", despreciaran a las víctimas y los sentimientos de una gran mayoría de españoles, y se "rindieran" a la CUP y a los extremistas.
Es lo mismo que cree que ocurrió ayer en el Parlamento vasco con el homenaje a Hasier Arraiz al abandonar esta institución tras ser inhabilitado por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por integración en organización terrorista.
"Podrán aplaudirlo, jalearlo, podrán reunirse y reírse de mucha gente, pero no tendrán nunca la razón legal ni la razón moral", ha sentenciado.
Ensalza la labor del PP en Euskadi
Rajoy ha recalcado que cuando se trata de la vida, la libertad y la convivencia, no hay equidistancias ni transigencias posibles.
El líder del PP, quien momentos antes de su intervención había entregado el premio Pedrosa (creado en memoria del concejal del PP Jesús María Pedrosa, asesinado por ETA en el año 2000) a todos los concejales del partido en Euskadi, ha ensalzado la labor que todos ellos han desempeñado en favor de la paz, la democracia y la libertad.
"No fue una pasión inútil. Es por personas como Jesús Mari por lo que la democracia española ha podido avanzar a hombros de gigantes; la restauración de la convivencia en el País Vasco llevará sus nombres y el relato de la libertad será fijado por el testimonio de sus vidas", ha asegurado.
Rajoy ha considerado que la ausencia de atentados de ETA es "un triunfo de la ley, de la convivencia y de los valores de la España constitucional, un triunfo de la humanidad y la razón frente al sinsentido del terror, y un triunfo de la decencia y la verdad frente a la opresión".
Pero ha subrayado que aún hay que conseguir que ETA deponga definitivamente las armas y deje no sólo de actuar, sino de existir. Todo ello sin dejar de recordar a las víctimas y que la paz se consiguió "al más alto de los precios".
