La hoja de ruta del Govern prevé usar "tácticamente" el diálogo, pero no negociarán a cambio de renunciar a la DUI
La hoja de ruta independentista establece que la acción política consiste en separar la creación del nuevo Estado en dos etapas de Gobierno: la primera, con un Gobierno de transición y la segunda, con uno de independencia.
Así se recoge en el documento incautado en el registro del domicilio particular del secretario general de vicepresidencia del Gobierno catalán, Josep María Jové Lladó. Un texto que constituye, según al Guardia Civil, "una verdadera hoja de ruta para alcanzar la independencia de Cataluña".
El citado documento establece que la acción política consiste en separar la creación del nuevo Estado en dos etapas de Gobierno. La primera con un gobierno de transición y la segunda, con un gobierno de la independencia.
"El primero se encargaría de diseñar un plan estratégico "creíble, realizable y de consenso" y crearía las herramientas para asegurar el nacimiento del nuevo Estado. Es decir, ese gobierno de transición tenía como misión elaborar las leyes de desconexión, dimensionar y orientar las estructuras de Estado existente y crear las nuevas.
Además, en su misión estaba el diseño de un plan de actuación para la desconexión "pactada" o para una "eventual desconexión forzosa" y para el "reconocimiento internacional". Según el informe de la Guardia Civil, una vez realizado ese trabajo "convocará elecciones cuando sepa que habrá un nuevo parlamento independentista".
En la segunda etapa, la del Gobierno de la independencia, se prevé que este use el legado del Gobierno de la Transición para "crear el nuevo Estado por la vía del pacto o de la unilateralidad", consolidando el trabajo del Gobierno de la transición, pero determinado a usar la "vía unilateral e impulsar gradualmente una amplia movilización social".
En este punto, la Guardia Civil señala que "tácticamente" prevén "utilizar por última vez una posible solución acordada con el Estado" e intentarán "sumar al resto de fuerzas que quieran un cambio (los comunes)".
Pero el informe deja claro que todo ello mientras se ponen en marcha todos los mecanismos necesarios tanto para la separación acordada como para una separación forzosa.
La estrategia, según esa hoja de ruta, pasa por una oferta de suma a las fuerzas políticas proreferéndum, a partir de ahí, una oferta de negociación pactado con el Estado español y en caso de que éste "no acepte", provocar un "conflicto que puede derivar incluso en la creación de un Estado propio y a partir de ahí derivar en un referéndum acordado".
Pero ante la gravedad de la segunda vía, la Guardia Civil explica en su informe que los independentistas planifican una estrategia para afrontar un "conflicto muy complejo y que requiere de mucha determinación" y "mucho apoyo social".
Así, prevén que a partir del referéndum se lleve a cabo la Declaración Unilateral de Independencia preveyendo diversos escenarios. El más deseable, según señalan, sería la aceptación de la declaración y la creación de un Estado propio negociando la desconexión; el segundo, una reacción violenta del Estado con dos consecuencias, que pierdan o que resistan y en este último caso, la hoja de ruta prevé "generar más conflicto" y poner en marcha el plan de "desconexión forzosa" obligando a realizar un "referéndum acordado que llevase a la creación de un Estado propio".
El tercer escenario de esa hoja de ruta es que el Estado hiciera una oferta de negociación con la condición de que los independentistas renunciasen a la DUI. Pero dejan claro que no contemplan aceptar esa oferta y que exigirán un "referéndum que podría llevar nuevamente a generar más conflicto y desconexión forzosa".
En definitiva, precisa el informe entregado en el Juzgado, "cualquiera de los escenarios contemplados debe llevar a crear insecrutablemente un Estado propio".