Griñán, que ha sido increpado a la llegada y la salida de los juzgados, se ha ratificado en la declaración que prestó en abril de 2015 ante el Tribunal Supremo cuando era parlamentario, que duró cuatro horas y en la que contestó a 119 preguntas.
Por ello, el expresidente no ha contestado este miércoles a las preguntas que le han hecho la Fiscalía ni el PP, y antes de salir de los juzgados, preguntado si estaba satisfecho, ha contestado: "Con este abogado, cómo no voy a estar satisfecho".
El abogado José María Mohedano, por su parte, ha dicho a los periodistas que un ejemplo de la presión del Gobierno para que se celebrara esta declaración la ejerció cuando el Fiscal Jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, estuvo recientemente en Sevilla instando a que declararan Griñán y su antecesor en el cargo, Manuel Chaves.
Mohedano también ha criticado que la Fiscalía pidiera 18 meses más para la instrucción del caso ERE, que lleva instruyéndose desde 2011, y ha pedido que se cierre ya porque "esto no es un show" para compensar otros casos de corrupción.
Griñán, que fue presidente de Andalucía entre 2009 y 2013, ha comparecido como investigado en la pieza de los ERE relativa al "procedimiento específico", que fue el creado por la Junta de Andalucía para ayudar a empresas en crisis.
Ese procedimiento supuso el desembolso de 855 millones de euros entre los años 2000 y 2012, según la cifra que fijó la juez que empezó el caso, Mercedes Alaya.