La encuesta revela que en España existe una percepción de mayor impunidad que en la mayoría de los países europeos, pero no por la regulación del código penal, sino por la no recuperación del dinero defraudado ni el pago de los daños ocasionados por el fraude.
De tal forma, siete de cada diez directivos españoles alertan que los sobornos y la corrupción son habituales en los negocios en España, muy por encima de la media europea, como ha indicado a Onda Cero, Ricardo Noreña, socio de EY.
De los 38 países analizados, Croacia y Kenia son las naciones con mayor percepción de corrupción, mientras Dinamarca y Suecia, las que menos.