Instituto Nacional de Estadística

El PIB avanza el 0,8% hasta marzo por la inversión y supera el nivel de 2008

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que la economía española creció el 0,8% en el primer trimestre del año, una décima por encima del trimestre anterior, gracias al impulso de la demanda interna con un alza del 2% de la inversión.

ondacero.es

Madrid |

Un operario, en la cadena de montaje de la planta de General Motors | EFE

Con estos datos, el PIB español ha recuperado ya lo perdido durante la crisis económica, superando en el primer trimestre del año (con 1.124.476 millones de euros) la cifra con la que cerró 2008 (1.116.207 millones), cuando se marcó el máximo valor en términos brutos.

En estos términos, el PIB a precios corrientes alcanzó en el primer trimestre los 275.685 millones, cifra que se eleva a 285.293 millones en datos corregidos y supone el máximo histórico para un trimestre.

En comparación con el mismo trimestre del año anterior, también se ha confirmado que el avance económico fue del 3%, lo que se explica por la aportación de la demanda interna de 2,2 puntos, mientras el sector exterior sumó 0,8 puntos al crecimiento.

El empleo aumentó el 2,5% interanual, lo que supone un incremento neto de aproximadamente 435.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año, en tanto que en comparación trimestral el crecimiento fue del 0,7%.

En tasa trimestral, dentro de la inversión despuntó principalmente la demanda de bienes de equipo (que se disparó un 3%) y, en menor medida, de la propiedad intelectual y de la construcción.

Por su parte, el gasto en consumo final de los hogares avanzó el 0,4% respecto al trimestre anterior y el de las Administraciones, el 0,3%, en tanto que el de las instituciones sin ánimo de lucro restó un 0,3%.

En cuanto a la demanda exterior, las exportaciones crecieron el 4% y las importaciones, el 3,8%, de forma que ambas aceleraron dos puntos su crecimiento respecto a diciembre.

Respecto al año anterior, se registra una aceleración de la inversión (hasta el 3,8%), impulsada por el alza tanto de los activos materiales como los de la propiedad intelectual, entre los que destaca la construcción (1,1 puntos más) y los bienes de equipo (más de dos puntos más).

Respecto al consumo final, el gasto de las familias moderó su crecimiento al 2,5% y el de las Administraciones Públicas apenas avanzó el 0,1%.

La contribución interanual de la demanda exterior se mantuvo respecto al trimestre precedente (0,8 puntos), debido a una aceleración similar (de unos cuatro puntos) del crecimiento tanto de exportaciones como de importaciones.

Las exportaciones pasan de crecer el 4,4% interanual al 8,4%, tanto por las ventas de bienes como de servicios no turísticos, al tiempo que se modera el gasto en territorio nacional de los no residentes.

Las importaciones también aceleran, del 2,3% al 6,4%, fundamentalmente por el avance de las compras de bienes y pese a la moderación de las de servicios no turísticos, mientras que el gasto de los residentes nacionales en el resto del mundo se frenó.

Por el lado de la oferta, tanto la industria como la construcción y la agricultura registraron un comportamiento mejor que en el trimestre precedente, mientras que los servicios empeoran en general.

En consonancia con la actividad, la evolución del empleo es más favorable en la agricultura y la construcción, mientras que empeora en los servicios y la industria.

Los mayores incrementos de ocupados se produjeron en algunas de las ramas de servicios, como en las actividades inmobiliarias (6,7%) y profesionales (4,7%), así como en la agricultura (4,9%) y en la construcción (4,6%).

La tasa anual de las horas efectivamente trabajadas subió el 1,8% y el crecimiento de la productividad aparente por hora trabajada se incrementó el 1,2%.

La remuneración de los asalariados creció el 3,1% anual, fundamentalmente como consecuencia del aumento del número de empleados (2,7%) y el alza de la remuneración media (0,4%).

La variación anual del coste laboral unitario bajó el 0,1%, más de un punto por debajo del deflactor implícito del PIB.