¿Es obligatorio para los jubilados presentar la declaración de la renta?
Podría suponerse que no, dado que no reciben ingresos por desempeño laboral activo. No obstante, debido a que los pensionistas obtienen ingresos que son considerados sujetos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), están requeridos a declarar sus rentas al igual que los trabajadores en activo. Sin embargo, es importante señalar que hay ciertas excepciones a esta regla.
Jubilación: declaración de la renta 2023
De manera general, la normativa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) fija en 22.000 euros el límite exento para la declaración de ingresos laborales recibidos de un único pagador, lo que incluye también a las prestaciones pasivas.
Entre estas últimas se cuentan las pensiones y haberes pasivos provenientes de los sistemas públicos de Seguridad Social y otras prestaciones públicas por incapacidad, jubilación, accidente, enfermedad, viudedad, o situaciones similares. Por ende, las pensiones de jubilación están incluidas dentro de las prestaciones pasivas que requieren la declaración de la renta.
Cuando los ingresos provienen de más de un pagador, el umbral para estar obligado a declarar se reduce a 15.000 euros, siempre y cuando la suma de los ingresos del segundo pagador en adelante supere los 1.500 euros.
Sin embargo, cabe destacar que, dentro del ámbito de las pensiones, ciertas rentas se encuentran exentas de tributación. Entre estas se incluyen las pensiones de orfandad, las anualidades por alimentos recibidas de los padres mediante sentencia judicial, así como las pensiones concedidas por inutilidad o por incapacidad permanente absoluta y gran invalidez, entre otras.
Por otro lado, es común asociar los ingresos principalmente con el salario. No obstante, este no es el único tipo de ingreso que existe. Es crucial tener en cuenta otras fuentes, como el dinero proveniente de inversiones, los cuales se clasifican técnicamente como rendimientos del capital mobiliario y ganancias patrimoniales.
Así, si un jubilado recibe rendimientos del capital mobiliario que excedan los 1.600 euros, se verá obligado a presentar la declaración de la renta. Los rendimientos del capital mobiliario incluyen ingresos tales como dividendos de acciones no exentos, intereses de depósitos bancarios y cuentas, entre otros. Además, las ganancias patrimoniales abarcan premios obtenidos en concursos, juegos online, póker, reembolsos de fondos de inversión o la venta de acciones, entre otros.
Jubilación activa mejorada y campaña de la Renta 2024
Un aspecto relevante a considerar es la implementación de una nueva disposición en la reforma de pensiones, conocida como la jubilación activa mejorada. Esta disposición está dirigida a los profesionales del sector sanitario que, encontrándose en edad de jubilación, opten por recibir el 75% de su pensión mientras continúan ejerciendo su profesión, ya sea a tiempo parcial o completo, por un periodo máximo de tres años. La finalidad primordial de esta medida es fortalecer los servicios de atención primaria, especialmente tras los retos enfrentados durante los meses de pandemia.
Aquellos que se acojan a esta modalidad y continúen generando ingresos por actividades económicas que excedan los 1.000 euros anuales tendrán la obligación de presentar la Declaración de la Renta correspondiente al ejercicio fiscal de 2023.
Pensiones procedentes del extranjero
Para efectos de la declaración de impuestos, si esta pensión supera los 1.500 euros, actuará como un segundo pagador. Esto significa que el umbral para la obligatoriedad de presentar la declaración de la renta se reduce a 15.000 euros.
Adicionalmente, aquellos pensionistas que efectúen rescates, ya sean totales o parciales, de sus planes de pensiones también se enfrentarán a la situación de tener más de un pagador. Esto se debe a que las cantidades recibidas de estos planes se consideran igualmente rendimientos del trabajo.
Por lo tanto, cuando las sumas anuales obtenidas de planes de pensiones superen los 1.500 euros y provengan de un segundo pagador, será necesario presentar la declaración de la renta si los ingresos totales alcanzan o superan los 15.000 euros.