El 86,7% de las empresas consideran "muy o bastante importante" el riesgo de sufrir una recesión económica y el 80% señala al encarecimiento de la energía y las materias primas como la principal dificultad para su actividad. En el mismo sentido, seis de cada diez compañías se declaran poco o nada optimistas sobre su evolución en el presente ejercicio.
El estudio, que ha sido realizado en base a 2.164 encuestas elaboradas entre los meses de mayo y julio del presente año, apunta hacia un pesimismo generalizado entre las empresas españolas sobre su actividad en el conjunto de 2022. Ante este clima de pesimismo, José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España, ha subrayado durante la presentación del estudio la importancia de recuperar el ánimo de los empresarios y ha señalado que es tarea de todos conseguirlo.
"Los poderes públicos, a través de sus medidas de política económica, y las instituciones, como la Cámara de España, mediante programas de apoyo a las empresas, tenemos que trabajar juntos para desterrar el pesimismo empresarial y preservar el crecimiento económico y la creación de empleo", ha insistido.
Aunque la visión negativa para este año se extiende a todos los sectores y tamaños empresariales, exceptuando a las medianas empresas, las empresas encuestadas esperan una significativa mejora de las de las exportaciones y, en menor medida, de las importaciones, la contratación de personal y las ventas en España para el año 2023.
Pese al optimismo que muestran los empresarios respecto a la evolución de la actividad de su compañía para el siguiente ejercicio, éstos se muestran pesimistas cuando se les pregunta sobre el comportamiento del conjunto de la economía española. Un 86,7% de los encuestados estima muy o bastante importante el riesgo de que nuestro país entre en recesión durante el próximo año.
Las grandes preocupaciones de los empresarios
El 80% de las empresas encuestadas considera que el encarecimiento de la energía y las materias primas constituyen la principal dificultad para el desarrollo de su actividad en 2022, tanto para sus propias empresas como para el conjunto de la actividad económica. La escasez de materias primas y el aumento de los costes laborales son otros de los asuntos que más preocupan al tejido empresarial.
Respecto a los riesgos para el conjunto de la economía, el 68,9% vuelve a señalar la evolución de los precios de la energía y de las materias primas, seguido del 39,6%, que apunta a la subida de los tipo de interés y un 31% que piensa en la guerra en Ucrania como una de las principales causas de la difícil situación económica. La preocupación por el Covid cae hasta el 4,3%.
En relación con la guerra en Ucrania, las empresas puntúan con un 6,6 sobre 10 el impacto del conflicto bélico sobre su confianza para el desarrollo de su propia actividad y en un 6,8 sobre 10 el riesgo de que la guerra pueda frenar el crecimiento de la economía española.
La dependencia energética del exterior, la causa más señalada
Siendo el coste de la energía la mayor dificultad de las empresas, éstas señalan a la dependencia energética como la principal causa del problema. Un 94,4%, considera que depender energéticamente del exterior es un factor muy o bastante grave. En cuanto a las posibles medidas para reducir esa dependencia, más del 65% apostó por acelerar la transición hacia las energías renovables, un 37,4% apunta a la energía nuclear como recurso y un 21,2% ve la solución en ayudas a empresas para incrementar su eficiencia.
Las empresas también apoyan mayoritariamente (92,7%) la creación de reservas estratégicas conjuntas en el seno de la Unión Europea para garantizar el abastecimiento de energía, materias primas u otros suministros básicos para la producción.
Respecto a las necesidad de ayudas por parte de cada comercio, el grado de conocimiento sobre los fondos de recuperación 'Next Generation EU' ha aumentado casi 14 puntos porcentuales respecto al año pasado y ya un 54,1% de las empresas están familiarizadas con ellos. También ha mejorado en 11 puntos el porcentaje de empresas que sabe cómo acceder a los fondos (38,4%) y, de hecho, un 24,2% de las encuestadas ya los han solicitado o piensa hacerlo.
