Panini resucita al icono del erotismo y terror

¡Chúpate ésa!

Volvemos a la carga y nuevamente lo hacemos con otra de vampiros. Ya dije hace un par de entradas que la cosa está empezando a oler -y, no a ámbar, precisamente- y aunque no me importe regresar a ello las veces que haga falta, sería justo que las editoriales hicieran algo de autocrítica. Bueno, las editoriales y los autores, más las primeras que, al fin y al cabo, son las que deciden qué publican. Pero, claro, una cosa es la calidad y otra muy distinta los números. Y la realidad, hoy en día, es que los vampiros, en cualquiera de sus facetas, son un filón y no hará falta que os recuerde que esto, amigos, es un negocio y como tal buscará primero sus beneficios y luego Dios dirá. En esta ocasión, es Panini la que se ha atrevido a desenterrar al icono chupasangres del erotismo setentero por excelencia: 'Vampirella'.

ondacero.es

Madrid | 25.01.2013 17:56

Vampirella. Portada
Portada de 'Vampirella. Asesinato de Cuervos', que edita Panini Comics. | Héroes y Villanos

Además del nombre del puti más longevo y famoso de mi pueblo, Vampirella dio nombre al personaje que apareció por primera vez como secundario en 1969 en la revista Creepy, de la mano de sus creadores Forrest J. Ackerman (creador de la revista Famous Monsters) y Trina Robbins, que Dios guarde en su gloria por dotarla de semejante indumentaria. Bien, ahora imaginen el descompensado combate: a un lado del cuadrilátero una vampira macizorra con un minúsculo trikini rojo pasión, botas altas de cuero y melenaza azabache al viento. Al otro, una sociedad gris y reprimida (recordemos que en España, sin ir más lejos, el destape no llegó oficialmente hasta el 77, o sea, o pasabas por el aro o te las ingeniabas y mucho para burlar la censura y darle una alegría a la vista), si encima unimos que el mercado comiquero adulto era territorio esencialmente masculino y, por lo tanto, deseoso de carne que llevarse a la retina para vaya usted a saber qué guarradas… Pues eso, el hambre y las ganas de comer. Tanto, que lo de secundaria le duraría hasta el octavo número, a partir de noviembre de 1970, la Warren crearía su propia serie.

Vivió su mejor época de la mano del barcelonés José “Pepe” González, cuando en 1971 se hizo con las riendas de la vampira, para convertirla en el icono erótico del que les hablaba. Sin embargo, aunque a nivel técnico e ilustrativo alcanzaría sus mejores registros (algunos de los ilustradores de la época fueron Esteban Maroto, Frank Frazzeta o Tom Sutton), las historias de Vampirella siempre dejaron bastante que desear por su escasa imaginación. Por ejemplo, en origen, Ackerman, en un ejercicio brillante de originalidad presentaba a Vampirella como una extraterrestre del planeta Drakulon, donde vivía plácidamente junto a su estirpe los Vampiri, los cuales se alimentaban de la sangre que fluía por los ríos… No sé si me explico. De lo que sí pueden sentirse orgullosos sus autores fue de las cuidadas atmósferas psicodélicas que crearon entorno a sus historias. Leer hoy uno de esos cómics es sumergirse de lleno y con fidelidad en la época: peinado, vestuario, maquillaje, mobiliario, tapizados… Todo muy vintage (visto hoy, claro, entonces era lo que había) y absolutamente recomendable para nostágicos y ye-yés. En fin, habrá a quién la ausencia de historia no le suponga ningún trauma. A otros les dolerá como una patada en las pelotas. Al final, todo se reducirá a una simple idea, a ver si pillan la metáfora: Abuelo, abuelo ¿desde cuando te gusta el voley playa femenino?

Cuando Warren desaparece en 1983, Harris Comics se hizo con sus derechos y empezó a explotarlos en 1991 y hasta 2007. Harris tuvo el honor de extender su fama a nivel mundial, aunque hay quien les acusó de alejar a Vampirella de su origen y dotarla de una imagen más próxima a las superheroínas de la Marvel o DC, incluso el formato de la revista se parecía al cómic americano. Además, fue tal el número de autores (algunos bastante mediocres) y tal la explotación del personaje que podríamos afirmar que murió de éxito. Bueno, relativamente, que tampoco fue para tanto. Eso sí, y no todos pueden presumir de ello, acabó teniendo su propia versión manga llamada Vampi. Olé.

La versión que Panini ha lanzado en España, nos llega de la editorial Dynamite, que es quien posee ahora sus derechos, y según rezaban sus notas de prensa iba a ser una versión mucho más oscura y violenta… En fin, para los que conocimos a la original, pues qué quieren que les diga, las historias continuan la línea ingenua y simplona, los dibujos están bien pero no se pueden comparar a los originales y el “terror” que se presuponía sigue siendo bastante naif. El lado positivo es que se le está acercando a las nuevas generaciones un personaje mítico de la historieta de serie B y eso, siempre es de agradecer. El problema es que a estas alturas el universo vampírico tiene tal grado de saturación que a los fanáticos ya no nos vale cualquier cosa. ¿Oído cocina?

Edición original: Vampirella 2# Asesinato de cuervos

Publica: Panini Comics

Guión: Eric Trautmann y Brandon Jerva

Dibujos: Fabiano Neves, Heubert Khan Michael y Johnny Desjardins

Formato: Libro con solapas, 96 págs. Color.

Precio: 12€