Martes de luto en el mundo del vino, no solo del Rioja. Ha fallecido esta noche en un Hospital de Barcelona donde llevaba un tiempo ingresado, un hombre bueno, un arreglador de fincas, navarro de nacimiento, de Meano, alavés de adopción, en Samaniego fundó en 1989 Bodegas Remírez de Ganuza, una apuesta personal de Fernando Remírez de Ganuza con quien trabajó de cerca durante 40 años Roberto López.
La actividad que desarrolló Fernando en las décadas de los setenta y ochenta en la zona de Rioja Alavesa, dedicada a la compra-venta de viñedo viejo, le permitió seleccionar las fincas más apropiadas de la región para desarrollar su proyecto.
Procede de Meano, un pueblecito navarro pegado a Álava donde la industria local es la elaboración de chorizos. Allí colaboró un tiempo con su padre, pero a él lo que le gustaba era comprar y vender. A los 28 años ya se había hecho millonario y arruinado un par de veces. Compraba y vendía locales, pisos, de todo, hasta que terminó comprando viñedos. "Arreglador" de fincas, se definía. Innovó descargando las cepas, recogiendo en cajas de 12 kilos o introduciendo las mesas de selección.
Fernando Remírez de Ganuza, todo un ejemplo de compromiso y sensatez en el mundo vinícola; bodeguero de prestigio internacional, líder en el lanzamiento de Rioja Alavesa, inventor de métodos de plantación y de elaboración y el primer español que obtuvo los ansiados 100 puntos Parker. Su primer vino salió al mercado en 1997 a 2.650 pesetas. Vendió las 20.000 botellas inmediatamente.
