Los principales sindicatos vascos, a excepción de UGT, unen fuerzas en un nuevo pulso contra el gabinete Urkullu. Los convocantes, que representan al 85% de los trabajadores, exigen a Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos que garanticen el poder adquisitivo y consoliden el empleo público en la comunidad hasta reducir la temporalidad al 8%.
'La calidad de los servicios públicos está sufriendo un deterioro notable, con un empeoramiento de las condiciones laborales, que inciden directamente en la calidad del servicio que se ofrece a la ciudadanía, que están directamente vinculadas a la asignación presupuestaria y a la política de inversiones'. Además, han instado a los partidos políticos vascos con representación en Madrid que posibiliten acordar en el ámbito vasco los salarios y necesidades del empleo.
La doble convocatoria llega apenas 24 horas después de que el lehendakari, durante el pleno de control, afeara que Euskadi sea la comunidad con más movilizaciones laborales, aun teniendo los sueldos más altos.
