Homenaje a los 22 donostiarras deportados a campos de concentración nazis. En septiembre del pasado año se colocó la escultura como homenaje a las 22 víctimas donostiarras deportadas a los campos de concentración nazis entre 1940 y 1945. La obra es fruto de la Declaración Institucional aprobada por unanimidad el 28 de enero de 2020 en recuerdo de quienes lucharon por las libertades y contra el nazismo. Es un espacio cúbico abierto de 2,5 metros de alto, fabricado en hormigón armado, que trata de evocar un bunker, uno de los muchos símbolos que nuestra memoria guarda de aquella dura guerra y de aquellos episodios.