El responsable de sanidad de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Juan Crevillent, ha explicado en Onda Cero que la pandemia ha dejado al descubierto situaciones "dantescas" dentro de las residencias de mayores. "Los trabajadores que contrató el SMS para rescatar las residencias en las que se declararon brotes de coronavirus narran que era como entrar en un escenario de guerra: con suciedad, falta de medios, falta de personal, ancianos con escaras y hongos debido a que no se les cambiaba de pañal con frecuencia, sábanas rotas, ausencia de empapadores, falta material de limpieza..".
"Hay tan poco personal que deben empezar a levantar a los ancianos a las seis y media de la mañana para que a las 9.00 todos los usuarios estén en el salón para poder desayunar. Como van con tanta prisa es prácticamente imposible utilizar las grúas con aquellos dependientes de movilidad reducida con lo que tienen que hacerlo a mano produciendo lesiones en la espalda de los trabajadores (la mayoría mujeres,) pero también lesiones a los ancianos. Muchas veces no les da tiempo a cambiar los pañales. También se quejan de que deben dar la comida a toda prisa. Es tremendo el panorama. Se pretendía ahorrar en material y hasta en la comida que ofrecen. Y esto es lo que reportaban los trabajadores antes de la pandemia" narra Crevillent.
El dirigente sindical se queja de que apenas hay inspecciones por parte del IMAS "y como saben cuándo más o menos va a pasar el inspector pues lo tienen preparado todo. Las trabajadoras nos cuentan que cuando intuyen que va a pasar el inspector preparan una bandeja de comida perfecta para demostrar que alimentan bien a los ancianos y que la dieta es adecuada".
"El cuidado de los mayores se ha convertido en un negocio. Fondos de inversión extranjeros se dedican a comprar residencias que explotan para venderlas a los cinco años sacándoles el máximo beneficio posible" dice Crevillent y añade que "el gobierno regional se ha dedicado a fomentar ese negocio concertando todas las plazas con centros privados que en cuanto entraba el virus se venían abajo por falta de medios".
Desde hace 26 años no se ha creado ni una sola plaza pública. Todo se ha concertado. Se ha cedido incluso terreno público para que construyan residencias privadas. Están facilitando el negocio privado y luego no han controlado en qué condiciones se ofrece ese servicio" dice Crevillent.
Crevillent ha denunciado que la Consejera de Política Social, Isabel Franco, les ha dejado fuera del grupo técnico de estudio del nuevo modelo de residencias y solo lo está negociando con las empresas del sector. "Nosotros hemos exigido que el dinero en ayudas que están dando a las residencias debe ir a aumentar el personal, para la compra de material de protección y mejora de las instalaciones y de las condiciones de vida de los ancianos. Hemos exigido que los 4 millones de dinero en ayudas fueran finalistas".
Las condiciones de trabajo y salariales de los trabajadores de residencias de mayores "son terribles". "Una persona que gana 900 euros y debe trabajar 1755 horas de trabajo efectivo al año al ritmo al que van, me parece que son sueldos de miseria".
Murcia es la segunda región de España con menos plazas de residencias de mayores y también la región con menos plazas públicas, la mayoría son concertadas con 47 centros privados. El déficit de plazas estimado según el CES supera las 8600 plazas en la región.
El decreto regional por el que se establecen las condiciones mínimas que han de reunir los centros residenciales para personas mayores de titularidad pública o privada es de 2005. No se ha cambiado desde entonces y marca unas ratios de personal "absolutamente insuficientes para el tipo de ancianos que ahora hay en residencias, la mayoría dependientes y con patologías crónicas".
La Asamblea Regional, con los votos de PP y Cs, rechazó la creación de una comisión de investigación sobre la gestión de las residencias durante la pandemia de coronavirus.