El delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez, afirma que el Ejecutivo gallego al que representa no tiene competencias para actuar en un "conflicto de ámbito municipal", como es el que mantienen con el alcalde, los vecinos del Concello de Punxín encerrados en la consistorial de ese municipio desde el viernes, en protesta por el precio del recibo del agua, que se triplicó desde 2010, cuando se privatizó.
Rogelio Martínez se limitó a adelantar ayer su "total disponibilidad para recibir a una representación de los vecinos en la delegación de la Xunta en Ourense, y anunciarles incluso que está a punto de adjudicarse un proyecto millonario para bombear aguas del Miño y acabar con los problemas actuales en la zona, pero no puedo ir al concello e inmiscuirme en un problema municipal".
Por su parte el retén vecinal, encerrado por turnos desde el viernes en el salón de plenos de la casa consistorial de Punxín, asegura que "lo primero que haremos hoy será solicitarle una entrevista al delegado de la Xunta, dada su voluntad de escucharnos, para ver si, con los números sobre la mesa, cuando vea cómo se gestiona el servicio sigue opinando que es un problema del alcalde con sus vecinos, en el que no debe intervenir". Los vecinos habían declarado que mantendrían la medida de presión hasta conseguir un interlocutor válido para retomar el diálogo con el alcalde", al negarse este a negociar una bajada del precio del agua con sus vecinos alegando que el coste es innegociable, y habían adelantado que consideran que ese mediador podría ser el propio delegado de la Xunta.
Sin embargo Rogelio Martínez afirma que "pidieron la reunión en la tarde del viernes y se le transmitió que yo tenía actos en Verín y Vilardevós, aunque ya entonces me ofrecí, sin problema alguno para recibirles ayer lunes, y nadie desde entonces me ha llamado para entrevistarse conmigo".
Sí asegura que ha mantenido contacto con el alcalde de Punxín "quien me ha explicado que el servicio del agua ya no está adjudicado a ninguna empresa privada, sino que está autogestionado por el concello y tiene unos altos costes de mantenimiento", advierte Rogelio Martínez pero no se más".
Destacó no obstante "ese esfuerzo realizado por la Xunta para poner en marcha un proyecto millonario, que se licitará en los próximos meses y permitirá bombear agua desde el Miño a Punxín, San Amaro y Cenlle, con lo que se solucionará el problema del agua al igual que solucionamos en su día el de los pozos de suministro contaminados con arsénico", recordó.