El primer incendio forestal de relevancia quedó extinguido al tercer día para respiro de los vecinos de Oulego, en Rubiá de Valdeorras. La Consellería de Medio Rural cifra en 235 las hectáreas arrasadas por las llamas y los que las vigilaron desde sus casas corroboraban ayer que "ardió mucho monte". 220 hectáreas de monte raso y 15 de bosque, según las estimaciones del gobierno gallego. La intervención de los medios de extinción evitó que las llamas avanzasen hasta el parque natural Serra Enciña da Lastra, un espacio de especial interés faunístico por sus poblaciones de águila real y halcón peregrino y destacado por los bosques mediterráneos.
El fuego se inició el lunes en las inmediaciones de una cantera de León y avanzó enseguida hacia la parroquia ourensana de Oulego. Los trabajadores de extinción manifestaron en varias ocasiones la complejidad en la intervención tanto por el difícil acceso a alguna de las zonas como por los constantes cambios de dirección del viento. También se quejaron de la falta de medios y de supuestos problemas de coordinación. Ayer por la mañana, cuando el incendio ya se había dado oficialmente por controlado, uno de los operarios criticaba que "ahora que estamos con el remate mandan los medios aéreos".
"Lleva ardido muchísimo", aseguraba ayer al mediodía una vecina de Oulego. Esta señora se durmió la madrugada del miércoles "por cansancio" pero muy preocupada por la proximidad de las llamas, que desde Malvela iluminaban las casas. Algunos vecinos subieron a un alto para cerciorarse de que el fuego no avanzaría más durante la noche. "Pasamos miedo, es verdad, pero poco a poco ya vimos que se iba apagando solo", apunta esta vecina. Alcides Delgado lamentaba ayer la impotencia de un pueblo que llegó a tener 120 habitantes ante los incendios forestales: "Ahora no llegamos a 50 y si viene el fuego no hay forma de acudir. Antes funcionábamos, empezaba a arder y allí íbamos todos pero ahora somos todos mayores, si vamos quedamos allí".
Imputado en Punxín
Por otro lado, la Policía Autonómica imputó a un vecino por un incendio forestal en Barbantes, Punxín, el pasado sábado. El fuego fue causado por el escape de una quema sin medidas preventivas básicas y afectó a mil metros cuadrados de arbolado.