El descontrol en el conflicto en que se encuentra inmerso el grupo municipal socialista que gobierna en minoría el Concello de Ourense, que en la tarde-noche de ayer escribió un nuevo episodio con la convocatoria de una ejecutiva local extraordinaria, en la que estuvo presente la secretaria de organización del PSdeG, Pilar Cancela, obligará a la ejecutiva federal del PSOE a intervenir para poner orden e intentar cerrar una crisis que afecta directamente a la gobernabilidad del Ayuntamiento. Al termino de la reunión, se impuso el "pacto de silencio", como así lo indicó la secretaria local, Carmen Rodríguez, acuerdo al que se habría llegado con la ejecutiva gallega, un planteamiento por el que optó Cancela al inicio de la negociación.
Pero en la sede de Ferraz son conocedores, desde el mismo momento en que la división del grupo socialista se hizo pública con el abandono de los cinco concejales críticos con el alcalde, Agustín Fernández, que se venía larvando desde que la operación Pokémon por corrupción provocó la posterior salida del ex regidor, Francisco Rodríguez, que fuera detenido e imputado por la juez de Lugo, Pilar de Lara.
Las posteriores decisiones adoptadas, como el cese de sus competencias y retirada de la exclusividad al edil Antonio Rodríguez Penín por parte del alcalde, y que contó con el rechazo de los otros cuatro ediles críticos: María Devesa, Susana Bayo, Mónica Vázquez y Alfonso Vilachá, que contaron con el apoyo de la ejecutiva provincial, derivaron en un crisis interna en el PSOE ourensano.
El enfrentamiento entre la agrupación local, de la que es secretaria general Carmen Rodríguez, cargo en la que la colocó en su momento el exalcalde Francisco Rodríguez, y la dirección provincial, cuyas resoluciones, que pasaban por "restituir " al edil cesado en su competencias y la exclusividad, que no fueron asumidas ni recurridas ante el órgano superior, llevaron a la intervención de la ejecutiva gallega, que inició un proceso de negociación para cerrar un conflicto que a día de hoy se encuentra fuera de control.
Los pulsos por parte de la agrupación local, en plena negociación, que capitanea la secretaria de organización de la ejecutiva gallega, Pilar Cancela, se sucedieron. Y así, cuatro ediles críticos, Susana Bayo al ser militante en el Concello de Esgos no pertenece a la agrupación local, recibieron un burofax el 24 de diciembre de 2013 en el que se les comunicaba la apertura de un expediente, relacionado con el abandono del pleno en el punto que se trataba la compatibilidad de un funcionario, y ayer recibían otra misiva, en el que se los cita para "dar audiencia y cuenta de su postura", con la advertencia de que de no acudir "sería una falta grave", siendo el inicio de un proceso de expulsión".
Todo ello después de que el alcalde dejase clara su posición, que por parte de la ejecutiva provincial se entiende como un desafió al propio secretario general de los socialistas gallegos por parte de un miembro de su ejecutiva, con un mensaje de lo más revelador: " el señor Besteiro manda en el partido, pero en el Concello mando yo".
Ante la deriva que tomaba el conflicto, después de constatar que lejos de haber un acercamiento en esa negociación abierta, y el "incumplimiento" de las resoluciones adoptadas, por parte de la ejecutiva provincial se remitieron todos los acuerdos a la ejecutiva Federal, que en un primer momento hizo un amago de intervenir para cerrar una crisis que fue a más.
Y aunque todo indicaba que la intervención del secretario de Política Municipal, Gaspar Zarriás, sería inmediata, como sucedió con la operación Pokémon, que derivó posteriormente en la suspensión de militancia del exalcalde, Francisco Rodríguez, en este caso es el propio secretario de organización nacional, Óscar López, quién tome los mandos.
