Al Club de Tenis, otrora exclusivo, no solo le quedan pleitos que atender sino también zanjar la fase definitiva de liquidación. Es su fin. El procedimiento concursal iniciado hace más de un año por la junta directiva ha tocado fondo. Un auto del pasado 28 de febrero, del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Ourense, declaró finalizada la fase común de procedimiento concursal del deudor Asociación Deportiva y Cultural Club Tenis, para abrir, al mismo tiempo, la fase de liquidación.
La situación del concursado durante esta fase será, según advierte la jueza en la parte resolutiva del auto, la de suspensión del ejercicio de las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio. El acuerdo incluye el anuncio de esta decisión por medio de edictos, que se publicará en el tablón de anuncios del propio juzgado y también en el Boletín Oficial del Estado, aparte de inscribirlo en los correspondientes registros oficiales.
La directiva de Club Tenis había admitido al presentar el concurso voluntario una deuda de 576.000 euros, en gran parte consecuencia del crédito hipotecario que soporta esta sociedad sobre el local del que disponen en avenida de La Habana.
La directiva del club, cuando anunció a sus socios la decisión de presentar el concurso, atribuía su delicada situación a «la imposibilidad de negociación con la comunidad de parcelistas y la bajada de ingresos por cuotas». Decían entonces que tratarían de mantener la actividad y la sociedad misma.
Las diferencias de criterio entre la directiva del club y la comunidad de propietarios del pazo de Ramirás ha dado lugar a una sucesión de enfrentamientos, a raíz de que el club decidiera en el año 2012 romper el contrato de arrendamiento que mantenía desde el año 1975, al estimar que disponía del 53 % de la propiedad sobre la parcela donde está el pazo.
La inclusión entre los activos del club de estos supuestos derechos de propiedad han dado lugar al pleito más reciente, que se encuentra actualmente pendiente de sentencia.
Club de Tenis y el administrador judicial conceden a la asociación la titularidad del 53 % de la propiedad de la parcela 77, donde está el pazo y las instalaciones deportivas y de ocio. Contrariamente, la comunidad de propietarios de la urbanización, que se siente amparada por informes de los registradores de la propiedad, discuten y niegan que el club disponga de esa cuota que se atribuye.
Esta valoración tiene gran relevancia en la cifra final, equilibrando activos y deudas.
