Al acto, que tuvo lugar en el monasterio de San Pedro de Rocas, en Esgos, acudieron la mayor parte de los 21 alcaldes de la zona, pese a que algunos de ellos habían comparecido ayer en rueda de prensa para criticar el modo en que nace este proyecto. También asistió Besteiro, que al igual que esos regidores, defendía la participación directa de los ayuntamientos en el convenio y no a través del consorcio turístico. Los presidentes de las diputaciones de Lugo y Ourense aparcaron, pues, sus diferencias para firmar el documento, pero a preguntas de los medios insistieron en sus argumentos. Además, Baltar negó que -tal y como aseguraron los alcaldes críticos- la Diputación deba sus cuotas al consorcio porque, según explicó, no pertenece directamente a esa organización.
El Valedor do Pobo, José Julio Fernández, que también asistió al acto, explicó que él será el encargado de coordinar al grupo de expertos que ya trabaja en la redacción de la candidatura de la Ribeira Sacra para ser Patrimonio de la Humanidad. Se trata de un equipo multidisciplinar formado por una quincena de profesores universitarios. Además, Jesús Vázquez, conselleiro de Educación y Cultura, garantizó el apoyo de la Xunta al proyecto, algo indispensable ya que debe ser el gobierno autonómico el que traslade la propuesta al Consejo de Patrimonio Histórico del Estado para tramitar la candidatura.
