Tractorada en A Coruña

Los tractores llegan hasta la Delegación del Gobierno en Galicia para mostrar la protesta a las políticas agrícolas

Eso sí, hubo un momento de tensión, porque lo qué se permitía la semana pasada, que los tractores llegaran a las puertas de la Delegación del Gobierno, hoy se intentó prohibir. Finalmente, los tractores pudieron llegar hasta la Plaza de Ourense.

Alberto Gómez Barros

A Coruña | 20.02.2024 14:59

Tractorada en febrero de 2024 en A Coruña

Unos treinta tractores, con sus correspondientes remolques en muchos casos, llegaron hasta las puertas de la Delegación del Gobierno en pleno centro de A Coruña, en la Plaza de Pontevedra.

Eso sí, los tractores, llegados desde la comarca de Carballo y de la zona que trae la ruta de Madrid, esto es, Curtis, Teixeiro y hasta Oza-Cesuras, estuvieron parados algo más de una hora en la rotonda de Matogrande. Y es que tras conseguir la autorización el pasado viernes para poder acercar los vehículos a las puertas de la Delegación del Gobierno, ayer por la noche, convocados los tractoristas, desde el organismo gubernamental ya se les prohibía este destino, y se les obligaba a dejar aparcados los tractores en Xuxán. Incluso se llegó a dar la opción de que solo llegaran dos tractores hasta la Delegación del Gobierno.

El representante de Unións Agrarias, Óscar dejaba claro que o se permitía que circulasen todos los tractores o se quedaban parados en la rotonda de Matogrande. Al final, llegó una llamada que permitió el tránsito de la tractorada hasta la Plaza de Ourense, en dónde un grupo de unas 100 personas esperaban a los tractoristas.

Por el camino, en los tractores de Alberto y Anxo, y ya delante de la Delegación del Gobierno, con María, escuchamos las quejas tanto de los dos primeros, ganaderos, como de María, productora hortofructícola. Alberto y Anxo son dueños de explotaciones ganaderas en Sísamo-Carballo y Cabrui-Mesía, respectivamente. María tiene una explotación en As Encrobas, en el concello de Cerceda.

Todos mostraron la misma queja: menos burocaria, menos limitaciones y competir en igualdad de condiciones con otros productos y países, en clara alusión casi siempre a lo qué viene de Marruecos, para hacer de su trabajo en el campo algo atractivo, rentable y con futuro. El más contundente, en este sentido, fue Alberto, que con 44 años es padre de dos niños, a los que, ahora, no les recomienda seguir viviendo del campo.