Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes a la Comandancia de Cáceres, han realizado durante el fin de semana el rescate de dos personas que no podían continuar, cuando realizaban rutas senderistas por las comarcas de las Hurdes y la Vera. Se trata de una mujer, de 41 años de edad y de un joven de 17, que tras ser rescatados por la Guardia Civil, fueron finalmente atendidos en centros médicos cercanos a los lugares del rescate
La primera actuación tuvo lugar el pasado sábado, día 13 de marzo, cuando agentes de los Puestos cacereños de Villanueva de la Sierra y Nuñomoral, recibieron aviso de la Central 062 de la Comandancia de Cáceres, acerca de un accidente, con posible fractura de pierna, que una senderista había sufrido en la comarca de las Hurdes, en una zona muy próxima a la localidad de El Gasco (Cáceres).
Tras conseguir entablar comunicación telefónica con el marido de la accidentada, se pudo saber que se encontraban en la conocida como Ruta del Volcán de El Gasco (Cáceres). Los agentes ascendieron por mencionada ruta hasta conseguir localizar a la mujer quien, con la ayuda de un técnico de ambulancias y varios vecinos de la localidad, fue bajada hasta la localidad de El Gasco, donde fue atendida en el centro médico de Nuñomoral (Cáceres), siendo posteriormente trasladada al Hospital Virgen del Puerto de Plasencia (Cáceres).
La segunda actuación se llevó a cabo el domingo pasado. En esta ocasión la Central 062 de la Guardia Civil recibió un aviso, en torno a las 19:00 horas, alertando que uno de los integrantes de un grupo de jóvenes, que se hallaban realizando la Ruta del Trabuquete, cerca de la localidad cacereña del Guijo de Santa Bárbara, no se encontraba en buen estado para finalizarla.
Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Puesto de Villanueva de la Vera (Cáceres) y al SEPRONA de Jarandilla de la Vera (Cáceres), iniciaron el recorrido de la ruta con el objetivo de llegar hasta los jóvenes, teniendo que ascender por un camino bastante pedregoso y lleno de vegetación, dificultando la subida la ausencia de luz natural.
Durante el ascenso, los agentes tuvieron conocimiento de que un grupo de familiares y amigos había llegado hasta el lugar donde se encontraban los jóvenes y habían iniciado el descenso, siendo localizados todos ellos, en torno a las 21:00 horas, a unos 6,5 kilómetros de distancia respecto al punto de inicio de la ruta.
Tras comprobar el estado en que se encontraba el joven y facilitarles bebida y algo de alimento así como ropa de abrigo, los agentes distribuyeron linternas y organizaron el descenso hasta la localidad más cercana, dificultando la bajada la ausencia de luz natural y las propias condiciones del terreno, además de que el joven, que estaba siendo porteado, sufría náuseas, calambres y falta de aire, que obligaban a realizar continuas paradas.
