Para el PSOE, la reducción de frecuencias del bus urbano en verano, tan protestada por la ciudadanía, no ha sido otra cosa que una demostración de inmadurez política del alcalde y de tener este servicio traspasado plenamente a la propia empresa concesionaria del transporte urbano. Cuando esto ocurre, pierde la ciudadanía y gana la empresa privada. Sin duda, el equipo del PP no reflexionó seria y suficientemente sobre el alcance de la medida. Y esa falta de pericia y sentido común del equipo gobernante la han pagado los vecinos y visitantes de Badajoz. Se puede decir que, al tomar esta decisión el alcalde, atendió las necesidades de la concesionaria y desatendió las de la ciudadanía pacense.
El próximo sábado acaba la reducción de frecuencias en el bus urbano y se vuelve a la “normalidad” anterior al 3 de julio, cuando a bocajarro anunciaron los recortes un día antes. El alcalde aseguró que la reducción de frecuencias de los autobuses urbanos se valorará tras el verano. Y eso espera el PSOE, que se haga una valoración económica y política sobre la medida tomada. Aunque dirán con total seguridad desde el equipo del PP que la demanda de autobuses bajó en verano y a ella se ajustaron los vehículos, los socialistas están convencidos que ni económicamente (ya avanzaron los propios socialistas la pretensión de la concesionaria de ahorrar, sobre todo en personal, 175.000 euros), ni a nivel político (ha sido un error garrafal de un equipo de gobierno que solo tiene ojos para sí mismo) ha merecido la pena. Pero, sobre todo, por las miles de horas de espera perdidas al sol por los pacenses hasta que llegara su bus para comprar, para ir a trabajar, para ir a los centros de salud u hospitales…, en definitiva, para moverse en libertad por la ciudad.
Tras el experimento solo quedan dos cosas por hacer: que el alcalde pida disculpas por este error de manual y no volver a repetirlo el próximo año. Algo que dan por hecho los socialistas de que así será en 2025. En el PSOE lamentan que esta reducción fuera interpretada por el equipo de gobierno del PP como una mejora de la eficiencia en la utilización del transporte colectivo y, muy al contrario, se ha demostrado que ha sido una medida que no ha tenido en cuenta la movilidad en la ciudad y que, sin duda, la ha empeorado durante dos meses. Tal y como trasladó el grupo socialista en julio, las frecuencias de bus urbano durante el verano han estado más espaciadas en Badajoz que en otras ciudades españolas. En ninguna se llegaba a los 60 minutos en trayectos de ciudad y, en las pocas ciudades donde se ha reducido la frecuencia del bus, esta no sobrepasaba los 20 minutos, la que en condiciones normales tiene Badajoz durante otoño, invierno y primavera en buena parte de sus líneas.