La ciudad de Badajoz ha conmemorado este lunes los atentados sucedidos el 11 de marzo de 2004 en su 20º aniversario, cuando diez explosiones casi simultáneas ocurridas en cuatro trenes de cercanías de Madrid desencadenaron el mayor atentado terrorista ocurrido en Europa, y el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo en un acto en el que una víctima del terrorismo, en concreto de un atentado de ETA en Euskadi en 1982, ha lamentado que el 11M "atacaron a España".
El acto ha contado con la presencia del alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera; el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, o el consejero de Presidencia, Abel Bautista, entre otras autoridades, y de miembros de la Asociación de Víctimas delTerrorismo en Extremadura, y en el mismo ha intervenido Antonio Guerra, guardia civil víctima de atentado terrorista de ETA.
En su intervención, ha lamentado que en los trenes había "191 personas con nombre y apellidos que fueron asesinados", pero que no eran el objetivo, sino "todos los españoles, nuestra libertad, nuestra democracia, nuestros valores"; a la vez que ha señalado que este lunes se cumplen 20 años del "peor atentado de la historia de Europa", "dos décadas desde que España sintió cómo el tiempo se detenía, cómo el silencio imperaba, cómo miles de vidas se rompían en pedazos". "Ya nada volvió a ser como era antes".
"Aquel 11 de marzo de 2004 no atacaron a nadie en concreto, aquel día atacaron a España, a las víctimas del terrorismo no solo hay que acompañarnos el día del atentado y los cuatro días posteriores, a los víctimas del terrorismo hay que acompañarnos de por vida, dándonos el lugar que merecemos, reconociendo que lo que nos pasó fue injustificado, sin dobles lecturas y sin excusas", ha remarcado, para apuntar que estrés postraumático, depresión y ansiedad es el estado actual de muchas de las víctimas del 11M 20 años después.
Ante ello, se ha preguntado si hay que "obviar" esta situación, silenciarles o esconderles "debajo de una alfombra", y cómo quieren que olviden o que una madre, un padre, una hija o un hijo pasen página. "No queremos y no debemos", ha expuesto, junto con que es "muy importante" que las víctimas del terrorismo cuenten su historia y se les escuche, y "primordial" que los jóvenes en España sepan qué ha pasado, ante lo que la Asociación de Víctimas del Terrorismo vuelca muchos de sus "esfuerzos" en este punto.
Y es que, como ha subrayado, no se puede mirar al futuro sin recordar el pasado. "Recordar para homenajear a nuestros muertos, pero también para no blanquear a los responsables de tanto dolor y sufrimiento", ha abundado, a la vez que ha destacado la importancia de que las generaciones futuras "pongan cara y nombre a los responsables por acción, pero también a los responsables por omisión, a los que apretaban el gatillo y accionaban las bombas, pero también a los que los aplaudían y defendían desde las instituciones".
EMPATÍA
Un año más, ha especificado, se reúnen en la Glorieta Víctimas del Terrorismo para recordar a todas las personas que fueron asesinadas y a las que resultaron heridas aquel 11M, y que uno de los principales motivos que a la Asociación de Víctimas del Terrorismo les lleva a celebrar año tras año este acto en memoria de las víctimas de esta tragedia "no es otro que la empatía", tras lo que ha invitado a "volver" a esos trenes de dicho día de 2004, cuando muchas personas volvieron a entrar en los mismos para ayudar sin saber si estallaría otra bomba.
También ha citado a los taxistas apagaron sus taxímetros o los sanitarios que "demostraron que su compromiso va más allá del juramento hipocrático", cuando bomberos, policías y guardia civil "trabajaron sin descanso", miles de ciudadanos se agolparon en los hospitales para donar sangre o cientos se acercaron a las carpas de Ifema "simplemente para acompañar". "En definitiva, cuando se produjo el mayor acto de solidaridad y empatía que se recuerda", ha reafirmado.
Ante ello, Guerra ha matizado que es lo que les trae a todos este lunes a este acto, la voluntad de recordar y de mostrar la máxima empatía con todos los que aquel día lo perdieron todo, tras lo que ha dado las gracias a los ciudadanos que se han querido acercar a este homenaje a las víctimas del 11M, y también a los representantes de la clase políticas presentes, a quienes ha trasladado que su presencia "es una obligación" porque se lo deben a las víctimas del terrorismo.
BILDU
En otro momento de su intervención, Antonio Guerra se ha referido a Bildu al señalar que "es ahora la luz que ilumina España, un partido joven, de izquierda, con ideas frescas, que protege a la clase trabajadora y que vela por los intereses del pueblo". "Y las víctimas del terrorismo somos vengativas, estamos ancladas en el pasado o estamos politizadas", ha lamentado, junto con que todo el archivo audiovisual que existe sobre víctimas de terrorismo "se considera aburrido, caduco y muy marcado ideológicamente".
"En cambio", si una plataforma estrena una entrevista con un histórico líder de una organización terrorista "que ha asesinado a casi mil personas en España y que, por cierto, tiene causas pendientes con la justicia", se crea "una expectación máxima". "Todo esto que he relatado es completamente cierto, por lo que la sensación inequívoca de derrota que tenemos está más argumentada", ha reconocido en relación a las víctimas de terrorismo.
No obstante, ha asegurado que no se van a rendir y que por más piedras en el camino que les pongan no van a conseguir silenciarles "jamás", aunque tengan cada vez menos altavoces, o les limiten los medios materiales y humanos para poder seguir trabajando "por y para" las víctimas del terrorismo, y, aunque se encuentren ante un horizonte "de lo más oscuro", asegura que no van a conseguir silenciarles.
"Para quien nos quiera escuchar, el fin de la política de dispersión estaba en la agenda del Gobierno desde el principio, se ha beneficiado penitenciariamente a terroristas que no han colaborado con la justicia, que no se han arrepentido de absolutamente nada, que siguen riéndose de nosotros en los juicios, y que siguen sin colaborar con la justicia para esclarecer los casos aún pendientes de resolver", ha incidido, para tachar los 'Ongi Etorri' como "actos de reconocimiento y homenaje a los que no tienen otro mérito que el asesinato y la extorsión".
Al mismo tiempo, ha defendido que "no ha habido ninguna guerra" y "no se puede caer en la trampa de la equiparación: víctimas y verdugos, ni más ni menos", y se ha preguntado cómo se puede pensar "por un solo instante" que Bildu "es el partido del pueblo, si tenían y en algunos lugares siguen teniendo al pueblo aterrorizado" y "son incapaces de condenar" que hace "muy poco tiempo" se vivía en una España "en la que unos pistoleros decidían quién moría y quien no".
También se pregunta cómo se puede tolerar que en el Congreso "den lecciones de empatía y convivencia" y fuera estén homenajeando a terroristas.
Por su parte, María Isabel Chamizo Díaz se ha presentado ante los medios como una víctima del terrorismo de ETA y ha recordado cómo en el año 1983 su marido, guardia civil y también extremeño como ella, iba en un coche oficial del cuerpo por Oñate, y al pasar por un camino explosionaron una bomba que lo mató.