Además de la ejecución inmediata de las medidas de seguridad ya reseñadas, los propietarios del inmueble tendrán que acometer, en virtud del deber de conservación contemplado en la Ley 5/14, de 25 de julio, de la Generalitat, de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, de la Comunidad Valenciana (LOTUP), y en la Ordenanza Municipal Reguladora de la Inspección y Conservación de Edificaciones, las obras de mantenimiento y rehabilitación necesarias en el mismo.
Por otro lado, se ha dado cuenta a la Policía Local, con quien existe una coordinación muy fluida desde la Concejalía de Urbanismo, a efectos de mantener las medidas de precinto de la zona afectada y corte de la calle mientras se acometen las actuaciones requeridas al propietario del inmueble para garantizar la seguridad pública. José Aix, edil de Urbanismo, ha puesto de relieve la voluntad del Obispado por solucionar este problema y ha explicado que “se ha mantenido contacto con los titulares del edificio para que se actúe de manera inmediata, así como con los padres y madres del colegio Jesús María, a quienes hemos trasmitido tranquilidad”.