Hoy con Leleman venía pensando en… la cara de Gattuso ayer por su cumpleaños.
No me gustó un pelo. El Valencia le preparó una sorpresa por su cumpleaños con un video de felicitación en el que, entre otros, aparecía gente de la talla de Del Piero, Shevchenko o los ex valencianistas Carboni y Lucarelli. Ni una muesca hizo, ni una sonrisa esbozó. Nada. Gesto serio durante los apenas tres minutos que duró el video.
Luego lo explicó. Aún le duraba el enfado por el desastroso partido que su equipo hizo ante el Cádiz. Pero creo que no es solo eso. Gattuso anda molesto con el club y quizá por eso la sorpresa que le prepararon, ese video que en otras circunstancias hubiera supuesto un motivo de felicidad en el técnico italiano le hizo que ni siquiera se inmutara. Hoy Gattuso está entre preocupado y molesto.
Y lo está porque ve como avanza el tiempo y el Valencia ha sido incapaz de cerrar ninguna incorporación nueva. Él mejor que nadie sabe que a este equipo le faltan cosas y de manera urgente. Y la tranquilidad y parsimonia con la que parece habérselo tomado el director de fútbol, deportivo o el cargo que sea el de Corona que ya ni me acuerdo, no le convence. No solo no le convence sino que le exaspera.
Por eso Gattuso ayer no estaba de celebración. Dicen que la cara es el espejo del alma. Pues solo hay que ver esos tres minutos de video. Ayer Gattuso no estaba para videos de celebraciones aunque cumpliera 45 años. A buen seguro que el italiano pensó que en lugar de videos lo que necesita es unos cuantos regalos en forma de refuerzos.
Eso sí. Y no es por disculpar al club. Gattuso sabía donde venía. Quizá pensara que siendo tan condescendiente con Meriton las cosas serían diferentes para él. Pero no, no lo son, ni lo han sido ni seguramente lo serán. Ojalá en algún momento le cambie el semblante a Gattuso. Sería buena señal aunque os digo la verdad… no confío mucho en eso.