Hoy con Leleman venía pensando en… los referentes del valencianismo.
Porque hoy ha fallecido uno de ellos. Roberto Gil, el capitán, la leyenda, se ha marchado al Cielo.
No conocí a Roberto Gil. Ni como persona ni como jugador. Quien le conoció hablaba de él como un gran tipo y un gran valencianista. Lo que sí recuerdo es a mi padre contándome como el bueno de Roberto levantó aquellas dos Copas de Ferias y aquella Copa del Rey. Se retiró en 1971 así que por edad me fue imposible verle en el terreno de juego. Más tarde fue entrenador en dos etapas y secretario técnico.
Recuerdo que vivía en Ribarroja y mis padres tenían unos amigos que regentaban una farmacia en el pueblo. Y recuerdo como una de mis mayores ilusiones de niño era que ellos me llevaran a hacerme una foto y que me firmara un autógrafo el bueno de Roberto Gil. Hoy, al saber de su fallecimiento, me ha venido el recuerdo de esa ilusión. Era un referente para los valencianistas y yo, sin haberle visto jugar, lo hice mío también gracias a mi padre.
Porque el fútbol es ese sentimiento que se transmite de generación en generación, de padres a hijos , de abuelos a nietos y en el que de bien pequeños buscamos referentes. Hoy sucede lo mismo. Solo han cambiado los nombres pero el sentimiento sigue siendo el mismo. Hoy los niños buscan la foto de Soler, de Gaya, de Guedes como yo buscaba en aquel entonces la de Roberto Gil. Se llama valencianismo.
Y hoy ese valencianismo ha perdido en la tierra a uno de sus referentes. Roberto Gil se marcha al cielo. Y desde hoy una nueva estrella brillará en lo más alto de Mestalla…