ENTREVISTA | ALEJANDRO RAMOS MOLINA

“Veo más necesario invertir en investigación y en el transporte público a La Alcudia que en el traslado temporal de la Dama de Elche”

El arqueólogo ilicitano, director de la Fundación Universitaria de La Alcudia, asegura que es necesario unir el yacimiento con la ciudad para dar a conocer los tesoros históricos que esconde

María Antonia Pol

Elche | 08.04.2022 11:01

Alejandro Ramos Molina, director de la Fundación Universitaria de La Alcudia.
Alejandro Ramos Molina, director de la Fundación Universitaria de La Alcudia. | Onda Cero

Alejandro Ramos Molina (Elche, 1968) es licenciado en Filosofía y Geografía e Historia por la Universidad de Murcia. En concreto, se especializó en Arqueología. Como heredero de un yacimiento, su profesión le encontró a él. Ocupa un papel muy importante en el recorrido del hallazgo arqueológico, que perteneció a sus ascendientes durante 80 años. Su familia pudo haberse enriquecido gracias a él, pero apostó por la historia de esta ciudad. Vendió el terreno, pero decidió donar su colección a la Universidad de Alicante, hace 26 años. El investigador reivindica la cultura de elche, más allá del emblema de la Dama de Elche.

¿Qué hay escondido en el yacimiento de La Alcudia?

Muchos cosas. En este momentos, tenemos tres proyectos en marcha: la excavación de unas termas orientales, un sector de viviendas romanas y otra vinculada el lugar donde fue encontrada la Dama de Elche. Este último no sólo está enfocado en su localización, sino en intentar descubrir la ciudad ibérica, donde vivía la élite aristócrata.

¿Qué opina del valor que se le da a la Dama de Elche como principal referente de La Alcudia?

No es que la Dama de Elche esté sobrevalorada, pero sí que es cierto que eclipsa al resto de la arqueología ilicitana. Mucha gente piensa que en La Alcudia ya se ha localizado todo y lo cataloga exclusivamente como el sitio donde se encontró la Dama. Sin embargo, es donde se hallaba una de las ciudades ibéricas más relevantes de la Península. La Dama de Elche es un arma de doble filo, ya que es una carta de presentación pero, a su vez, eclipsa al resto de hallazgos.

La Dama de Elche es un arma de doble filo, ya que es una carta de presentación pero, a su vez, eclipsa al resto de hallazgos

Tras las recientes polémicas sobre el traslado de la Dama de Elche, ¿qué opinión tiene sobre este asunto?

Opino que debería estar en Elche, porque tenemos las instalaciones y la inversión necesaria para acogerla con total garantía. Es mucho más fácil comprender la Dama de Elche en su contexto, no solo geográfico, sino también con el resto de piezas vinculadas a ella. Además, nos aportaría mucha más información que verla en una exposición en la que no conoces en profundidad lo que estás viendo.

Según se ha dado a conocer, la Dama de Elche no se traslada a la ciudad porque se podría dañar la pieza. ¿Cree que es una excusa?

No puedo confirmarlo, porque es un tema muy delicado, y para valorarlo debería leer informes que aseguren si el traslado de la pieza es seguro o no. También se debe tener en cuenta que siempre hay un riesgo por mínimo que sea, pero si no lo hiciéramos no habría ninguna exposición temporal. Hay que saber si se tiene que asumir el riesgo o no.

¿Considera que debería haber una mayor descentralización en materia cultural?

La descentralización no es algo que me preocupe si las piezas están bien expuestas y la información, bien dada. Eso sí, cuando en el sitio de origen hay museos importantes, como es el caso de La Alcudia, que pueden hacer perfectamente esa labor, considero que es más interesante que estén en su lugar de procedencia.

Alejandro Ramos Molina, trabajando en el yacimiento de La Alcudia de Elche.
Alejandro Ramos Molina, trabajando en el yacimiento de La Alcudia de Elche. | Onda Cero

¿Debería haber más facilidades para llegar conocer el yacimiento?

Esto me preocupa más que, incluso, el tema de la Dama. Es una reivindicación más relevante, el hecho de que no haya un servicio público que comunique La Alcudia con el centro de la ciudad. Es una promesa que nos han ido haciendo durante mucho tiempo y que nunca se ha cumplido. Veo más necesario invertir en investigación y en el transporte público a La Alcudia que en el traslado temporal de la Dama de Elche.

¿Hay un motivo político o ideológico por el que no se invierte en la arqueología?

No, es un motivo cultural. Uno no puede valorar lo que no entiende. Si no se conoce, como la arqueología, no lo valora. Es la historia del pez que se muerde la cola. Evidentemente, los políticos tienden a apoyar aquello popular. Si no lo es, tiende al olvido.

Los políticos tienden a apoyar aquello que es popular y si no lo es, como la arqueología, tiende al olvido

¿Por qué dice que la sociedad ilicitana no está interesada en conocer su historia?

Elche es una ciudad bastante peculiar, muy heterogénea y tiene diferentes clases sociales. Eso provoca que sus símbolos de identidad más potentes como la Dama de Elche, la palmera y El Misteri d’Elx. Que son conocidos, pero de forma muy superficial y con más falsedades que verdades.

¿Por qué la Universidad de Alicante compró el yacimiento y no la Universidad Miguel Hernández que se encuentra en Elche?

Cuando se creó la Fundación, no existía la Universidad de Elche. Además, tampoco cuenta con un departamento de Arqueología ni un grado de Historia. Por lo tanto, no se pueden desarrollar las mismas investigaciones que realiza la Universidad de Alicante; sin embargo, sí podría participar desde otros ámbitos.

¿Qué supuso para la investigación del yacimiento que fuera adquirido por la Universidad de Alicante?

Supuso un paso muy relevante porque era una situación muy extraña y bastante anacrónica. La Alcudia era el único yacimiento que era propiedad de una familia, cuyos miembros ejercías el papel de arqueólogos en ella. Actualmente, sigue siendo una situación excepcional, ya que es el único hallazgo arqueológico comprado por una universidad.

¿Cuál fue el papel de la familia Ramos en la excavación de La Alcudia?

Estuvo más de 60 años investigando y donó una colección valorada en su momento por 827 millones de pesetas (unos cinco millones de euros). Mi familia hizo una labor impresionante y rechazó grandes ofertas económicas por piezas de alto valor del yacimiento, que podrían haber sido vendidas a museos de todo el mundo.

Si su familia no se hubiese dedicado a la arqueología, ¿usted hubiese sido arqueólogo o se hubiese dedicado a otra cosa?

Creo que es un mundo muy endogámico que te encanta desde el principio o es difícil que te dediques a él. A mí me apasiona porque ha sido parte de los juegos de mi infancia. Si no hubiese sido así, quizá no hubiera hallado el tesoro de la arqueología.