El confinamiento altera el comportamiento y emociones al 89% de los niños españoles, según un estudio de la UMH de Elche
Se ha realizado a partir de más de 1100 encuestas online a padres y madres de familias de 87 municipios del país
La Universidad Miguel Hernández de Elche ha estudiado cómo afecta el confinamiento obligado por el estado de alarma a los niños y adolescente, comparando además la situación entre España e Italia.
Y la conclusión a la que se llega es que el 89% de los niños españoles presentan alteraciones en el comportamiento y en las emociones.
La investigación ha sido coordinada por los profesores Mireia Orgilés y José Pedro Espada y en la misma participado 1143 padres de niños españoles e italianos de 3 a 18 años que han completado un cuestionario online, aportando información sobre el estado emocional de sus hijos.
Los resultados apuntan que el 89% de los padres han percibidos cambios en el comportamiento y estado de ánimo de sus hijos en España y el 84% en Italia.
Los cambios más comunes en los niños españoles según el estudio han sido dificultades para concentrarse, sentirse más aburridos de lo habitual, o estar más inquietos.
Además, se ha apreciado un incremento del nerviosismo y la irritabilidad, así como una mayor propensión a discutir con el resto de la familia y una mayor intranquilidad.
Otros de los factores detectados durante el confinamiento en los niños y adolescentes cuyos padres han participado en el estudio de la UMH es que comen más de lo habitual e incluso tienen miedo a contraer la enfermedad del Covid-19 y se sienten más tristes.
En Italia los niños pueden salir acompañados por un adulto a dar un corto paseo cerca de casa, aunque está prohibido el acceso a jardines y parques. La oportunidad de estar más activos puede beneficiar la salud mental de los niños italianos, en comparación con los españoles, para quien las normas del confinamiento son diferentes.
En España, los niños hasta 12 años podrán comenzar a salir a la calle a partir del 27 de abril, en determinadas condiciones, por lo que es previsible que algunos de esos problemas que apunta el estudio de la universidad de Elche se minimicen a partir de entonces.
El estudio realizado es uno de los primeros que se realizan en Europa centrado en los efectos que tiene el confinamiento en la población infantil y adolescente.