La Policía Nacional detiene en Elche a dos hombres que robaban en el interior de viviendas accediendo por las ventanas abiertas por el calor
Se trata de dos jóvenes de 20 años de edad a los que se ha incautado numeroso material denunciado como sustraído
Elche |
La Policía Nacional ha detenido en Elche a dos hombres acusar de robar en el interior de un domicilio de la ciudad accediendo al interior del mismo cuando su propietaria estaba dentro durmiendo. Los presuntos ladrones aprovecharon que las ventanas del piso se encontraban abiertas para aliviar el calor para entrar por una de ellas.
Una vez en el interior de la vivienda, según la denuncia interpuesta por las víctimas, se apoderaron de dinero en efectivo y otros objetos de valor.
Según el relato de la denuncia, en el momento del robo dormían en el interior del piso el denunciante y su hija de corta edad.
La brigada de Policía Judicial de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Elche se hizo cargo de la investigación cuyos agentes consiguieron localizar un establecimiento de compra y venta de artículos de segunda mano en el que se había realizado la venta de varios objetos sustraídos presuntamente la vivienda afectada, objetos que la denunciante reconoció como de su propiedad.
A partir de ese hallazgo se pudo identificar a la persona responsable de la venta de los objetos presuntamente sustraídos y tras investigar su entorno se consiguieron las pruebas que le relacionaban con el robo, descubriéndose en ese momento que no actuaba solo, sino que contaba con la ayuda de otra persona para cometer tales ilícitos.
Los agentes han detenido a los dos presuntos autores del robo y han practicado dos registros domiciliarios donde se han encontrado numerosos de objetos presuntamente sustraídos.
A raíz de las pruebas obtenidas durante la investigación se pudo determinar que accedieron a la vivienda en dos ocasiones, de diferentes días.
Los ahora detenidos, jóvenes de 20 años de edad y nacionalidad española, perpetraban el robo en viviendas mediante escalo, saltaban la valla o el muro perimetral del inmueble, de una altura aproximada de 2 metros, y aprovechaban que las ventanas se encontraban abiertas por el calor del verano accediendo por ellas al interior del domicilio sin ocasionar ningún daño ni forzamiento, sustrayendo dinero en metálico y objetos de fácil venta.