El Villarreal demostró un gran rendimiento colectivo en la primera parte y superó con claridad al conjunto portugués, reafirmándose en su identidad bien marcada con fluidez en la circulación del balón, transiciones rápidas y una gran solidez defensiva. Akram, una de las revelaciones de esta pretemporada, tuvo la más clara con un remate desviado a puerta vacía; antes, Soldado, Mario y Rukavina también dispusieron de opciones claras para adelantarse. Más allá de las rotaciones, el equipo de Marcelino controló el balón y tuvo las oportunidades más claras antes de la reanudación, en la que Asenjo fue un espectador de lujo.
Con las altas temperaturas en Badajoz y el desgaste propio de la pretemporada, el rendimiento decayó con el pasar de los minutos y en la recta final del encuentro fue el Sporting el que estuvo más cerca de llevarse la victoria.
Una prueba más que aprobada de los amarillos ante un rival de nivel para seguir cogiendo el ritmo y reforzar los conceptos pretende el entrenador, Marcelino García Toral.