El tanto de Nicola Sansone en el Molinón, al filo del minuto 19 de encuentro, sirvió en esta pasada jornada para dar tranquilidad a los amarillos (era el 0-2) y para romper la peor racha que se recuerda de la delantera amarilla en el campeonato liguero.
Si bien es cierto que en otras competiciones sí que habían visto puerta durante este periodo (Bakambú anotó en Copa y Sansone en Europa ante el Steaua), en el torneo de la regularidad éstos no habían sido capaces de incrementar sus cifras goleadores desde que Bakambú viera puerta ante la UD Las Palmas el pasado 23 de octubre. Desde entonces han pasado 559 minutos en los que el acierto de los centrocampistas ha mantenido a flote las opciones de los castelloneses ante la falta de definición de sus cuatro arietes (Borré, Sansone, Pato y Bakambú).
Para mayor satisfacción de los amarillos, el gol de Sansone vino acompañado del de Alexander Pato. El delantero brasileño no marcaba en liga desde que el pasado 25 de septiembre viese puerta en la victoria ante Osasuna en el Madrigal por tres tantos a uno . El extraordinario partido del ariete de Pato Branco ha desatado la ilusión entre los aficionados amarillos, que esperan que el ex del Milan recupere su mejor versión esta temporada en el Madrigal. Ante el Sporting lo hizo y algunas de sus jugadas se han convertido en las más espectaculares de la jornada futbolística en primera división.
Pero si los arietes se quitaron una pesada losa de encima, el equipo al completo también lo hizo al reencontrarse con una victoria lejos de tierras de La Plana que ser resistía desde el pasado mes de septiembre. Desde que el pasado 10 de dicho mes los castellonenses vencieran en la Rosaleda de Málaga por cero tantos a dos, no habían vuelto a ganar como visitantes. Desde entonces se habían tenido que conformar con los empates sumados en las canchas del Real Madrid (1-1), Espanyol (0-0) y en Butarque ante el Leganés (0-0), y con las derrotas en Ipurua ante el Eibar (2-1) o en San Mamés ante el Atléthic (1-0). Cabe recordar que, antes de esta jornada, el Villarreal era el equipo de la Liga que menos tantos había anotado como visitante.