En el Pleno de hoy

Unanimidad para conceder la medalla de la ciudad al pueblo alicantino por su comportamiento modélico

El acto se celebrará en una sesión extraordinaria de Pleno cuando mejoren las condiciones sanitarias

Pepe Requena

Alicante |

Luis Barcala ha presidido el Pleno que ha sido telemático | Ayuntamiento de Alicante

El Pleno ordinario celebrado este jueves por el ayuntamiento de Alicante ha aprobado por unanimidad la concesión de la Medalla de la Ciudad al Pueblo de Alicante “por su modélico comportamiento” ante la COVID-19, según el texto del acuerdo que ha defendido el alcalde Luis Barcala.. La entrega oficial se hará en el transcurso de un Pleno Extraordinario.

El primer edil ha destacado que “es en los momentos en los que se pone a prueba la resistencia ante la adversidad cuando cada uno, como individuo, y todos como colectividad dan la medida de lo que se lleva dentro. Y es, en esos duros momentos cuando tomamos decisiones como personas o como pueblo. Es entonces cuando decidimos rendirnos o luchar, perder o ganar”.

Ha recordado el pasado mes de marzo “cuando la vida nos cambió de golpe. Cuando la pandemia entró en tromba, sin piedad, atacando de forma emboscada, cebándose en los débiles, en los más expuestos, pero afectándonos a todos”. El alcalde ha seguido explicando que “chocamos de bruces con la necesidad de salvar nuestras vidas, por proteger a nuestros seres queridos, nuestros trabajos y nuestra forma de vida”.

Luis Barcala ha seguido reseñando lo ocurrido desde que se expandió el COVID-19, “con cierres de negocios, oficinas, comercios y bares, encerrarnos en casa y esperar a que el ángel vengador pasara de largo. Tuvimos que renunciar al contacto, al abrazo, al beso. Poner barreras entre nosotros y los demás. Sentimos la incertidumbre sobre el mañana, el miedo por perder el trabajo, el pánico por no tener ni qué comer”.

Sacar lo mejor de nosotros

Ante esa situación, ha explicado el alcalde, “fue cuando sacamos lo mejor de nosotros. A unos les correspondió ser la primera barrera de contención -sanitarios, policías locales, cuerpos de seguridad del estado y militares, servicios de emergencias, trabajadores de la alimentación, el transporte público y el de mercancías, de la limpieza-. Todos ellos son nuestros vecinos, los mismos a los que saludamos por las mañanas, nos cruzamos haciendo la compra, o compartimos el ascensor de vuelta a casa. Pero en esos días eran, además, los que velaban por nuestra seguridad. Junto a ellos, el resto. Conservando la calma, cumpliendo con las restricciones, animándoles cada tarde con aplausos, demostrando que, conscientes de la situación, estábamos dispuestos a vencer a la pandemia”.

Ha calificado a estos grupos de personas como “héroes anónimos que nos dieron a todos esperanza. Desde la paciente espera de los más pequeños, a los voluntarios que aparcaron el miedo para repartir alimentos a los más necesitados. De los mayores cuyas vidas estaban más expuestas, a los jóvenes que adaptaron sus vidas al confinamiento”. Aún así, Barcala ha reseñado que “comenzamos a recobrar la normalidad con medidas que, en muchos casos, no terminábamos de entender pero que también cumplimos y, lentamente, la curva de contagios comenzó a descender. La desolación que la pandemia había dejado a su paso era demoledora, pero iniciamos la recuperación”.

Segunda oleada

El alcalde ha aseverado que le habría gustado que el homenaje al pueblo de Alicante se hiciera habiendo superado aquellos días oscuros, haciendo un mero recuerdo de la experiencia superada. Pero no es así. "Nos volvemos a enfrentar, en esta segunda oleada, a esta dura prueba cuando aún no había habido oportunidad de pasar página. De nuevo estamos en un gravísimo peligro y, de nuevo, se nos pone a prueba”, ha apostillado.

No obstante, Barcala ha puntualizado que ahora "ya somos conscientes de la medida de nuestras posibilidades, de nuestras capacidades. Sabemos que juntos, como hasta ahora, lo conseguiremos. Sabemos que todo esfuerzo individual cuenta, suma. Volveremos a demostrar nuestra responsabilidad, nuestra solidaridad, nuestro espíritu de sacrificio y nuestra capacidad de superación”.