La falta de camareros lleva siendo un problema real en la hostelería desde hace un par de años. Las quejas de los hosteleros por no encontrar profesionales cualificados dista de las opiniones de los trabajadores que reclaman mejoras en el sector, argumentando que abunda la precariedad económica y las largas jornadas. Alicante no se quedó exenta de esta situación. Las temporadas turísticas elevadas y duraderas exigen altos números de profesionales para cubrir la demanda. Sin embargo, según explica Gabriela Córdoba, directora de la Asociación de Restauradores de Alicante, esta situación ya no es un problema prioritario debido a las obras de la ciudad.
El proceso de transformación de Alicante ha disminuido el nivel de trabajo a los hosteleros, por lo que la escasez de trabajadores ha dejado de ser uno de los puntos de primera necesidad para esta Asociación. No descartan, de igual manera, que este problema vuelva a ser relevante cuando todo vuelva a la normalidad. Gabriela Córdoba insta a que la gente decida entrar en una «profesión bonita» y se anime a entrar en el mundo de la hostelería.
Reservas fantasma
Por otro lado, preguntada por las reservas fantasmas, afirman que afectan en Alicante de manera directa. Las reservas fantasmas son aquellas que finalmente no llegan a suceder. Muchos clientes deciden reservar en diferentes restaurantes pero, finalmente, cuando deciden ir a un sitio y dejar de lado los demás, no cancelan con antelación o directamente no avisan de que no van a acudir, dejando un perjuicio a los hosteleros. El sector se plantea cobrar una pequeña tasa al reservar para que, así, sea más difícil que estas casos se sucedan. Se estudia la posibilidad y su implementación, aunque en estos momentos todavía no hay ninguna certeza.