Hablamos con la psiquiatra Mercedes Navío, cuya primera respuesta en la entrevista es tajante: "El silencio en torno al suicidio mata".
Navío considera que este silencio en los medios de comunicación respecto al suicidio no beneficia a una persona que pueda estar pensando en quitarse la vida porque lo carga simbólicamente de un "tabú social", por lo que la persona encontrará muchas trabas para pedir ayuda.
Por eso, pide que los medios hablen del suicidio, pero siempre en términos de prevención, "arrojando un mensaje de esperanza y facilitando que la persona que puede estar pensando en ello, dé el paso de pedir ayuda".
¿Conviene hablar del suicidio con naturalidad?
Según Mercedes Navío, tanto la OMS como otras instancias del ámbito europeo, recomiendan hablar del suicidio en términos de prevención, de esperanza y de facilitación de la solicitud de ayuda.
"Cuando hablamos de este modo, estamos siendo altavoces para la prevención del mismo, pero cuando lo hacemos dando detalles, mencionando métodos, entrando en tratamientos del tema sensacionalistas o denigramos o ensalzamos a la persona que se suicida, es muy peligroso porque sí se puede dar el efecto contagio", asegura.
Navío afirma que alrededor del 90% de las personas que se suicidan o lo intentan, "tenían una enfermedad mental subyacente" -la más frecuente, la depresión, seguida de adicciones como el alcohol-.
Sin embargo, también hay un porcentaje menor de personas que están viviendo una situación que les sobrepasa y no encuentran capacidad de afrontamiento -especialmente peligroso cuando se coloca a la persona en una situación de exclusión-.
En ambos casos, cuando hay enfermedad mental o cuando el entorno de la persona es tan hostil que esta no encuentra salida o alternativa, el riesgo de suicidio se puede incrementar.
Respecto a qué síntomas o a qué pautas de comportamiento puede estar pendiente la familia o el entorno cercano, asegura que varían en función de la edad. En población joven, habría que estar atentos a los altibajos emocionales, mientras que en población anciana, a la expresión de las "ideas pasivas de muerte", es decir, "agotamiento del proyecto vital".
En cualquier caso, explica que lo fundamental es que el mensaje de solicitud de ayuda llegue a la persona que puede estar pensando en ello y que haya esta decisión de pedir ayuda, a través de su médico de Atención Primaria, o la enfermera, o el sistema sanitario.
"El sistema sanitario está preparado para atender este tipo de situaciones para abordar cuáles son las causas y el planteamiento adecuado", ha dicho.