(ICAL) La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un verano de carácter “cálido y seco" en Castilla y León. Así lo anunció su responsable autonómico, Manuel Mora, en una rueda de prensa ofrecida en Salamanca junto a la delegada de Gobierno, Virginia Barcones, para abordar la previsión climática del verano, el balance de la primavera y la situación del balance hídrico en la Comunidad. Siguiendo los datos de la Aemet, existe una “gran probabilidad” de que la temperatura media se sitúa en el tercil cálido, y las precipitaciones en el seco.
Según señaló Barcones, la primavera en Castilla y León tuvo un balance “cálido o muy cálido”, con una temperatura media de 10,5 grados centígrados, lo que supone 0,7 grados por encima de la media, situándose como la decimoquinta primavera más cálida desde 1951, igualada con la de 2021. Con ello, destacó el frío de abril, que llegó a registrar temperaturas mínimas en Segovia de menos 5,6 grados centígrados y un espesor de nieve de ocho centímetros en la semana más fría a principios del mes.
Además, el mes de mayo batió numerosos récords de temperatura, con una anomalía de 3 grados, registrándose la temperatura más alta en la localidad abulense de Candeleda, con 35,6 grados centígrados. Asimismo, el mes estuvo marcado por la presencia de polvo sahariano, con precipitaciones “normales, pero no homogéneas en todo el territorio”. Virginia Barcones insirió en la importancia de conocer todos estos datos, debido a la repercusión que tienen “en todos los ámbitos de la vida”.
Respecto la primera quincena del mes de junio, Mora la calificó como “la más cálida de la serie”, registrando temperaturas máximas cinco grados superiores a lo normal y mínimas tres grados superiores a la media en el conjunto de España. Además, destacó la ola de calor “temprana e intensa” que afectó a 38 provincias a nivel nacional entre el 12 y el 18 de este mes, situándose como la segunda más extensa tras agosto de 2012.
En relación a la previsión de los próximos días, Mora señaló que “la masa de aire muy cálido y seco ha sido reemplazada por una masa de aire fresca y húmeda atlántica”. Por ello, debido a la influencia de las bajas presiones, la semana tendrá temperaturas “ligeramente inferiores” a lo normal y precipitaciones en las provincias del norte y noroeste de la Comunidad. La tendencia cambiará respecto a las próximas tres semanas, en las que se esperan temperaturas ligeramente superiores a lo normal y precipitaciones ligeramente inferiores a la media, que ratifican esta previsión cálida y seca para el verano.
El balance hídrico, actualizado el pasado mes de junio, señaló que el año agrícola en la comunidad recogió un déficit de precipitaciones medio del 22 por ciento, siendo un 40 por ciento en el noroeste. Asimismo, a pesar del carácter lluvioso de marzo y abril, las lluvias “no fueron suficientes” en España para paliar esta situación de sequía con la que terminó el invierno. Así, a mediados de junio de 2022, llovió un 24 por ciento menos a nivel nacional desde el pasado 1 de octubre.