Obispado de Cuenca

La oficina sobre abusos sexuales no ha recibido denuncias

El Obispado de Cuenca ha creado también la oficina diocesana sobre delitos de carácter sexual cometidos sobre menores por sacerdotes o religiosos, y que en sus primeras semanas de funcionamiento no ha recibido ningún informe de denuncias.

Lorena Mayordomo

Cuenca | 19.06.2020 11:33

José María Yanguas, obispo de Cuenca
José María Yanguas, obispo de Cuenca | Diócesis conquense

Su creación responde al Motu proprio “Vox estis lux mundi”, que entró en vigor el 1 de junio de 2019, y con el que el Papa Francisco busca prevenir y combatir los delitos de abuso sexual cometidos por clérigos.

El obispo de Cuenca, José María Yanguas, firmó el decreto para su puesta en marcha el 19 de marzo de 2020, y fue publicado en el Boletín Oficial de la Diócesis, además de recogido en su página web.

Así, fuentes del Obispado de Cuenca han indicado a Onda Cero que hasta ahora no se ha recibido ningún informe de denuncia en esta oficina diocesana, que tiene su sede en las dependencias de la Diócesis, en la calle Obispo Valero, 1, en la capital conquense.

Además, se ha habilitado el número de teléfono 626 318 382, así como el correo electrónico oficina@diocesisdecuenca.es.

Además de recibir las denuncias e iniciar su tramitación canónica y civil, la oficina conquense también se encargará de atender y acompañar a las víctimas, en caso de que se formule alguna denuncia.

El decreto precisa que los miembros de esta oficina diocesana son nombrados por el obispo por un periodo de cinco años, pudiendo ser reelegidos para un segundo periodo de la misma duración.

En el Motu proprio del Papa Francisco recuerda a los fieles que están llamados a ser un “ejemplo luminoso de virtud, integridad y santidad”.

Reza además que los comportamientos que constituyen un delito de abuso sexual representan una gravísima ofensa a Dios, causan serios y profundos daños a las víctimas”, a la vez que perjudican a la comunidad cristiana.

Añade además que la responsabilidad de la eliminación de los abusos concierne a los obispos, pero también a cuantos “realizan ministerio en la Iglesia, profesan los consejos evangélicos o están llamados a servir al pueblo cristiano”.