Así lo ha asegurado esta mañana el presidente de la institución provincial, José Manuel Caballero, durante el acto de apertura de la CR-200, carretera de Villarrubia de los Ojos al límite de la provincia de Toledo, una actuación que ha supuesto una inversión de 500.000 euros sobre un tramo de 14,3 kilómetros.
Esta carretera va a favorecer, según Caballero, la mejora de comunicación y seguridad de los usuarios en el acceso a las muchas fincas y tierras de labor que la rodean, aunque ha matizado que se trata de una vía provincial poco frecuentada, salvo en la travesía de 0,5 kilómetros dentro de la población, pero que es muy utilizada por ciclistas principalmente los fines de semana.
Ha añadido, a este respecto, que la Diputación invierte más que el Estado y la Comunidad Autónoma en carreteras de la provincia, y que las inversiones en infraestructuras son importantes por cuanto justifican el gasto público en la creación de empleo y da oportunidad a las empresas de la zona a generar riqueza. Ha dicho que para acometer estas infraestructuras hay que recaudar y que la mejor solidaridad es contribuir con los impuestos para invertir en recursos y bienes sociales.
La alcaldesa de Villarrubia de los Ojos, Encarnación Medina, ha mostrado su satisfacción por la conclusión de esta obra y la entrada en funcionamiento de la carretera. Ha recordado que se trata de una actuación largamente solicitada y demandada por el municipio y sus principales usuarios.
Ha agradecido a la Diputación la inversión y ha comentado que espera que el buen estado de la carretera y el uso responsable de la misma contribuyan a disminuir el índice de siniestralidad en este tramo.
La CR-200, de Villarrubia de los Ojos al límite de provincia con Toledo, está catalogada como una carretera montañosa con escaso tráfico y un trazado muy sinuoso adaptado a las condiciones orográficas del entorno, transitada principalmente por vehículos agrícolas y con incremento de tráfico deportivo de bicicletas y turístico los fines de semana. Se ha procedido a la renovación de la vía, una intervención que incluye el mantenimiento del ancho que se ha ido perdiendo a lo largo de los años, llegando a 5 metros como mínimo, y adaptar a la normativa de seguridad vial.