En su visita a Fuencaliente, localidad que cuenta precisamente con un balneario adscrito a este programa, Olmedo ha destacado “el gran impulso dado a esta iniciativa por el Gobierno que preside Emiliano García-Page al multiplicar por diez los y las participantes en las diferentes modalidades de termalismo”.
De igual modo, la delegada de la Junta de Comunidades ha puesto el acento en los 540.000 euros que se invertirán en el presente año a tal fin, cifra que supone un incremento del 30 por ciento respecto al 2017.
Como ejemplo del éxito del programa de Termalismo Social, Olmedo ha apuntado que la demanda ha sido superior a la oferta, una situación que ha llevado al Ejecutivo autonómico a ofertar 5.000 plazas frente a las 3.500 del año anterior (un incremento del 42 por ciento más) o “las ridículas 160 que hubo en 2015 con el PP de Cospedal”.
Dejada atrás esa etapa, la representante del Gobierno de Castilla-La Mancha ha explicado que “ahora apostamos de forma contundente por mejorar el bienestar de las personas de la provincia y de la región”, y una de las maneras de hacerlo es mediante este programa de Termalismo Social que tiene como objetivos prevenir situaciones de dependencia y promover la autonomía personal de las personas mayores.
Para ello, Olmedo ha explicado que cada participante tendrá una ayuda de 108 euros que se abonará directamente al balneario, en el caso de la provincia de Ciudad Real al Balneario Termal Fuencaliente y al Balneario Cervantes ubicado en Santa Cruz de Mudela, y prevé que
con el aumento de las plazas ofertas se llegue al millar teniendo en cuenta que el pasado año fueron 834 las personas beneficiadas.
La delegada provincial de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha también ha incidido en la importancia que posee el programa de Termalismo Social en materia laboral, sobre todo en las zonas rurales, al revelar que a nivel regional mantiene 600 empleos directos y otros 1.700 indirectos.
Por último, Olmedo ha detallado que podrán ser usuarios todas aquellas personas de 65 años o más; pensionistas siempre que hayan cumplido los 60 años; los cónyuges o los hijos e hijas del solicitante si tienen un grado de discapacidad igual o superior al 33 por ciento, y las estancias son de 5 días y 5 noches con pensión completa, y se ofrece alojamiento y manutención, tratamiento termal y actividades socioculturales y de ocio.