Un día después de la muerte violenta de Silvia L.G., y la detención de sus hijos, de 13 y 15 años, los vecinos de Castro Urdiales siguen sin poder olvidar este dramático suceso que está generando más preguntas que respuestas según se van conociendo datos de la investigación.
Además de consternación, por las calles se respira incredulidad ante un hecho "atroz", según los vecinos, que ensombrece el bullicio habitual de un viernes en Castro Urdiales, víspera de Carnaval.
El programa 'Y ahora Sonsoles' ha accedido a la declaración del hijo mayor de Silvia. El menor de 15 años ha asegurado a los investigadores una frase que ha impactado: "Cogí un cuchillo y le corté el cuello a mi madre". La investigación llevada a cabo en el chalé de la familia indica que la mujer fue asesinada en la cocina y su cuerpo trasladado al sótano, que hace de garaje y donde se encontraba el vehículo en el que fue localizado.
De su lado, los investigadores continúan con las pesquisas (recabando diferentes testimonios o buscando el arma del crimen con la que se asestaron las puñaladas, una de ellas en el cuello) para tratar de esclarecer el crimen.
Cuando los dos sospechosos fueron localizados en un parque de la localidad uno de ellos --el más pequeño: el mayor trató de escapar corriendo-- confesó que habían matado a su madre, y mencionó que lo habían hecho porque les habían pegado por malas notas.
El mismo programa ha podido hablar con un amigo de los dos hijos que corroboraría esa declaración: "El mismo día que asesinaron a su madre, él me comentó que tras suspender el examen de inglés iba a recibir una paliza de su madre en su casa. También día a día me contaba que le pegaban en casa sus padres junto a su hermano desde pequeños. Yo le vi moratones en el brazo y algunos rasguños en la cara. Los profesores no lo sabían".
Internamiento en un centro de menores
El Juzgado de Menores --funciones asumidas por el Juzgado de Guardia el jueves, el de Instrucción número 5 de Santander-- decretó para él internamiento en un centro de reforma de menores (está en el Centro Socio-Educativo Juvenil de Parayas) en régimen cerrado, por un periodo inicial de seis meses, y que se podría prorrogar por tres más, pues el plazo máximo legal es de nueve.
Durante ese tiempo va a continuar la investigación y una vez concluya la instrucción y emita informe el equipo técnico, el ministerio fiscal formulará escrito de acusación para la celebración del juicio en el Juzgado de Menores. Entre tanto, el chico permanecerá ingresado en el centro de reforma y los técnicos educadores y el gabinete psicológico elaborarán un programa de intervención individualizado atendiendo a las necesidades y las circunstancias del menor.