El padre adoptivo del niño de 9 años presuntamente asesinado por su madre en Menorca ha afirmado que ella nunca preguntó por el menor durante los meses anteriores al crimen, cuando estaba separada de su hijo mientras él se encargaba del menor en Galicia.
El padre ha declarado como testigo durante el juicio que ha comenzado ste lunes en el Tribunal del Jurado de la Audiencia de Palma, en el que la madre, Mónica J.F., se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de cárcel por ahogar al niño, César, en la bañera y luego ocultar su cadáver en una maleta que depositó en el campo.
El testigo ha explicado que antes de que ella se mudara a Menorca a principios de 2008 ambos vivían con el niño en Noia y tenían planes de casarse. "Estábamos con los preparativos cuando ella se fue", ha explicado el hombre, quien no era su padre biológico pero accedió a adoptar al niño.
Según ha declarado la acusada, que ha dicho no recordar haber matado a su hijo pero sí haber escondido su cadáver, se fue a Menorca porque había conocido a un hombre por internet con el que comenzó una relación, aunque a su pareja le dijo que se iba por trabajo.
Cuando ella se mudó a la isla el menor se quedó con su padre adoptivo, quien ha afirmado al jurado por videoconferencia desde Galicia que "nunca" le pidió hablar con él mientras estaba en la isla.
Después, el menor pasó a estar a cargo de sus abuelos -quienes hoy se han negado a declarar- y estos lo mandaron a Menorca con la madre, quien dijo a su pareja que el niño era su sobrino, no tenía madre y que varios miembros de la familia se encargaban de él.
Este hombre también ha testificado hoy en el juicio y ha afirmado que un día la acusada le dijo que el que creía su sobrino se había ido, aunque no la encontró cambiada a partir de ese momento.
El jefe de Homicidios de la Policía Nacional ha asegurado ante el tribunal que en la maleta donde se halló, dos años después, el cadáver del niño estaban todos sus objetos personales.
"Estaban todas las pertenencias que ese niño traía de Galicia", ha dicho el agente, quien ha explicado que había cromos, un cómic de Naruto, un reloj, insectos en bloques de parafina y un estuche con las iniciales semiborradas del pequeño, gracias a las cuales se le consiguió identificar.
Para el policía, la persona que dejó allí la maleta tenía "la clara intención de ocultar los restos", ya que en ella no había ningún documento que permitiera identificarlos.
El agente ha explicado cómo se consiguió dar con el nombre del niño a partir de sus siglas, se confirmó que tenía el DNI caducado desde hacía dos años y que no estaba escolarizado, algo que desde el principio se consideró extraño.
Después se verificó que la madre del niño residía en Mahón (Menorca) y se procedió a su detención. Ha narrado que en un primer momento la mujer estaba "muy bloqueada" y dijo que su hijo había muerto por accidente.
Sin embargo, la acusada hizo una segunda declaración en la policía y ante su abogado confesando que en realidad ahogó al niño en la bañera, aunque hoy en el juicio ha afirmado que no se acuerda de lo que pasó.
La mujer, ha recordado el jefe de Homicidios, afirmó que había ocultado luego la maleta con sus objetos personales y quemado sus documentos de identidad.
"Declaró voluntariamente, fue una decisión de ella", ha remarcado el agente preguntado por la defensa acerca de si la mujer sufrió alguna coacción.
También han declarado los hermanos menorquines que encontraron en 2010 la maleta en el campo, que han explicado que estaba en una zona en pendiente puesta de tal manera que parecía que alguien la había colocado allí.
Finalmente, ha declarado el actual esposo de la acusada, a quien conoció también por internet mientras vivía en Menorca con el otro hombre.
Según ha dicho, la mujer le comunicó que tenía un hijo pero que había muerto en un accidente de tráfico y, una vez la detuvo la policía, le aseguró que "lo que contaban en los medios no podía ser verdad" y él creyó su versión de que no recordaba nada del día del crimen.
El padre afirma que la acusada de matar a su hijo no preguntaba por el niño
El padre ha declarado como testigo durante el juicio que ha comenzado ste lunes en el Tribunal del Jurado de la Audiencia de Palma, en el que la madre, Mónica J.F., se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de cárcel por ahogar al niño, César, en la bañera y luego ocultar su cadáver en una maleta que depositó en el campo.
ondacero.es
Baleares | 23.10.2012 00:00